Dentro
de un par de meses, voy a cumplir 61 años. Ya estoy prácticamente por esta
aventurera senda de la vida en la que hay que ir hacia el “cementerio de los
elefantes”. Ya soy viejo, un abuelo, aunque con la edad muy bien llevada ( o
eso supongo).
El
cuerpo humano no está hecho para el sedentarismo, sino para moverse, y para
ello es preciso estar activo o hacer algún tipo de ejercicio, que no tiene que
ser necesariamente deportivo, sino algo que aporte movilidad al cuerpo.
Mis ejercicios de referencia han sido la
natación y la carrera ( correr ), que he ido practicando desde muy joven a lo
largo de toda mi vida, llegando a constituir como una simple rutina de vida,
aunque no he sido participar en medias maratones u otras menudencias por el
estilo, porque no me gustan las aglomeraciones. Me gusta correr por los
espacios tranquilos de la naturaleza, donde apenas se ve gente.
Ahora
he abandonado la natación ( desde que empezó el mal rollo de la pandemia COVID,
y por los malos servicios del club deportivo), y me he quedado con el mejor y
más barato de los deportes, que prácticamente no cuesta nada, y te da los
mejores beneficios: el deporte de correr.
Siendo
un veterano en el tema, os hablo un poco del tema sobre la importancia de
correr, y de la manera adecuada que creo que se tiene que tomar esa disciplina,
que tiene que ser sin agobios, sabiendo captar los mensajes que envía el
cuerpo, sin perder el afán de superación. Hay que correr a gusto, al ritmo y
velocidad que uno desee, ya que lo importante es correr para sacar los
beneficios en salud que aporta hacer esta saludable actividad.
Os permito que me acompañéis en una de estas
habituales rutinas de correr, que suelo hacer con mucha frecuencia,
compartiendo este vídeo con vosotros, que espero que os gusten.
Y
manteneos en forma, que yo ya lo hago.
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