España
es una democracia con un sistema de partidos. Para crear un partido político se
exigen muchos avales que han de firmar muchos ciudadanos dando apoyo a esta
iniciativa. Y los primeros dirigentes de un partido son los fundadores.
Luego dentro de un partido pueden existir
distintas corrientes con distintas ideas, y todas purgan por el poder dentro
del propio partido. Dentro de su inevitable evolución, quien se hace con el
control es el que manda, y entonces intenta colocar y favorecer a sus
partidarios o más afines, y defenestrar, marginar o apartar al resto de los
miembros del partido que no les gusta. Esto es algo que sucede en todos los
partidos. Por esto cada vez hay dirigentes más mediocres e incompetentes, que
son verdaderas nulidades, e incapaces de gobernar bien un país.
Con
el abandono de Iván Espinosa de los Monteros, ahora otros quieren ocupar su
cargo y tener acceso a lo que eran sus esferas de poder. Y por ello el resto de
los partidos intenta ventilar al máximo en prensa, televisión, y redes sociales
estas lógicas disputas por el poder, con el propósito de darles una mala imagen
y así intentar recuperar una parte de su electorado.
Así funcionan los partidos en la democracia
española, pero lo importante son los programas políticos del momento, y que los
candidatos se comprometan a cumplirlo.
De esto os intento explicar en este vídeo de
modo resumido, para que se entienda la actualidad política que no os van a
explicar en otros medios, y que solo buscan descalificar y sacar ventajas o
réditos de la situación a favor de quiénes les favorecen, con lo de “divide y
vencerás” aplicado contra los rivales, aunque por dentro de casa tampoco sea algo
ajeno a suceder.
Lo
que ocurre en VOX, con las luchas intestinas y lo de hacerse con los cargos, es
lo normal en todo partido político. Y en otros partidos políticos sucede otro
tanto de lo mismo, de manera mucho peor, pero no se ventila lo suficiente o se
tapa, para no dañar la imagen de según a quién. Pensad que mi el PSOE, ni el
PP, tienen eso que llaman “delfín”, que sería el posible sucesor del actual
dirigente, y que de en el supuesto de quedarse sin líder, las divisiones
internas serían más intensas y patentes.
Cierto
es que la unión hace la fuerza, pero la ambición de poder es una cuestión muy
personal que casi nunca se comparte ni se cede, y por eso son inevitables las
luchas internas y las confrontaciones.
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