Han
pasado unos días de fuerte calor, y ahora de repente refresca, con lo cual se
destroza toda esta teórica conspiración sobre el “cambio climático”.
Llevo toda la vida trabajando en la
intemperie, y con esta experiencia he descubierto una serie de señales, de las
que siempre suelo acertar. Una fuerte calor, es un indicador de que va a venir
un invierno más frío de lo habitual, por lo que mi recomendación es prevenirse
y prepararse.
Claro que con el tema del cambio climático, y
la energía, los políticos nos están tomando el pelo , y nos lo ponen cada vez
más difícil: por un lado destrozan lo que puede producir energía eléctrica como
es el caso de derribo de pantanos, o el cierre o demolición de centrales
térmicas y nucleares, y por el otro suben los precios de la energía a velocidad
de cohete tal como vemos en el caso de la factura de la electricidad y el
carburante, dejándonos a todos cada vez más empobrecidos y con peor calidad de
vida.
Un tema del que hay que tener conocimiento,
pero bien llevado no está para alarmismos y para imponernos falsos miedos con
falsos mensajes.
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