Recientemente
se han añadido más normativas europeas que consienten y promueven la
alimentación de insectos ( que ellos mismos advierten como peligroso alimento y
no lo consideran indicado para los menores de 18 años). Además también se dice
que en Salamanca van a hacer la mayor granja de cultivos de insectos de Europa,
destinados para la alimentación.
En contraposición contra esto, la Primer
Ministro de Italia Giorgia Meloni ha implementado una normativa que obliga al
etiquetado de los alimentos a indicar si contienen derivados de insectos, y
además que en las tiendas, supermercados, o puntos de venta de alimentos, los
alimentos que contengan insectos sean puestos en estanterías aparte, para no
confundir a los consumidores en sus compras.
Se
trata, pues, de que cada uno esté bien informado sobre si desea comer o no
comer alimentos procedentes de insectos, o que contengan sustancias derivadas
de insectos. Y así libremente pueda escoger su alimentación, sin tener que ser
engañados.
Personalmente estoy en contra de la
alimentación con insectos, aparte de que los expertos en la materia advierten
que no es saludable la dieta a base de insectos, ya que puede dar lugar a
enfermedades. La excusa de preservar el medio ambiente, es una excusa de las
gordas, y desde luego que tanto plantas de la agricultura y huerta, como
animales de la cría ganadera, no son contaminantes en absoluto. Es más,
animales sueltos por montes y campos, al comerse la hierba, hacen un efecto
desbrozadora, que mantienen limpios bosques, montes, y campos, y con ello
previenen de incendios ( que son mucho más desastrosos desde el punto de vista medio
ambiental).
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