Un espacio donde se cuentan crónicas y demás historias.
lunes, 18 de marzo de 2024
EL ARTE DIARIO DE LA AFEITADA
Lo de afeitarse es un arte que todos los hombres aprendemos
por sí mismos sin maestro.
Aunque una vez me regalaron una Philips Shaver, la acabé
dejando en el cajón de los olvidos, porque me dejaba la piel de la cara tan
rasgada, que se me enrojecía y me dolía. Y no entiendo para qué se inventaron
estas máquinas que iban con pilas o las enchufabas en el lavabo, si al final te
dejaban un apurado dolorido, que más que no con loción, te tenías que poner
polvos talcos.
Así que me pasé a la maquinilla, que esto si no me provocaba
dolor en mi delicada piel, aunque por otro lado siempre la he tenido bastante
dura.
Y aunque sea curioso, nunca me he dejado barba, porque a los
dos o tres días que llevo sin afeitar, empieza a picarme y me siento muy
incómodo.
Por esto se me ha convertido en una rutina diaria, y es raro
el día que me lo salte una o dos veces, y que solo suele suceder en temporadas
que estoy ocupadísimo y no me queda tiempo para darme un retoque a la dichosa
barba, que no sé para qué nos la dio la naturaleza, si al final no me sirve de
nada y todos los días tengo que darme una pasada con la cuchilla para frenar su
crecimiento.
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