Pedro Sánchez ya empieza a hacer demagogia pidiendo a las empresas que se involucren en la agenda política ( que él representa la Agenda 2030), y se pongan en contra de la ultraderecha. Cuando no hay ultraderecha, ya que igual son partidos democráticos, y en el caso español, defienden la propia constitución española y la unidad de España, aunque cuestione el Estado de las Autonomías.
Las empresas deberían de ser neutrales, y no meterse con políticas partidistas. ¿Os imagináis, por ejemplo, que todos los empleados de El Corte Inglés, o de Mercadota fueran todos militantes del PSOE?. Igual que no es bueno mezclar Iglesia con Estado, tampoco lo es mezclar Gobierno con empresas, ya que acaban por volverse algo sectarios.
Las empresas están para ofrecer productos y servicios, y generar empleos, contribuyendo al crecimiento económico, y no servir de instrumentos políticos, como lo está buscando Pedro Sánchez.
Porque si las empresas se involucran con la política, al final se acaba socavando la confianza del consumidor, de sus clientes, de sus proveedores, y con ello dividiendo la sociedad, cosa que no es buena ni para las empresas ni para los ciudadanos.
Si estás empresas se alienan con Pedro Sánchez, siguiendo sus indicaciones políticas ( no hay que olvidar que Pedro Sánchez es Agenda 2030), puede ocurrir que a los consumidores o clientes, le retiren la confianza y dejen de consumir productos, o de solicitar servicios a estas empresas que se han puesto del lado de unos intereses políticos que en muchos casos no coinciden con los intereses de los ciudadanos ( que son los consumidores o clientes de las empresas). Esto puede hacer que estas empresas que no son neutrales ni imparciales, puedan perder clientes, y con ello dejar de ganar dinero.
Buscan implicar las empresas con la Agenda 2030, que se carga el medio ambiente, que impone la ley de cambio climático, que no deja explorar recursos naturales ni trabajar la tierra, de derribar pantanos y provocar sequías, de prohibir la energía nuclear que es la más limpia y barata, que te obliga a ir con coche eléctrico, que te quiere obligar a cambiar tu vivienda y sin que tengas calefacción, de comer insectos y carne sintética, de que no puedas circular por las ciudades, de exprimirte con más impuestos, de consentir la delincuencia. Pero estas empresas creen que con la Agenda 2030 van a hacer negocio.
Fijaos lo que hace Pedro Sánchez: siempre subiendo los impuestos a las empresas e imponerle todo tipo de regulaciones o normativas, que algunas ya no aguantan más y se van a otros países, como el caso de Ferrovial que se ha ido a Holanda, o de Inditex que fabrica su ropa en otros países de afuera de España.
Precisamente hoy el presidente argentino Javier Milei que ha venido a España, se ha reunido con muchos empresarios de las más importantes empresas españolas, que están interesadas en invertir en Argentina. Y es que las empresas están para hacer negocios y ganar dinero, no para fijarse en ultraderechas o ultraizquierdas, ya que en donde en realidad no pueda haber estabilidad política y jurídica, allí las empresas no invierten, y en todo caso huyen. Fijaos que con esta historia del procés, del separatismo catalán, más de 8000 empresas han salido de Cataluña, y esto desde luego no supone una invitación a votar al separatismo, porque cuando huyen las empresas, también se deja de crear puestos de trabajo y con ello se deja con menos crecimiento económico.
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