El congreso de los diputados español acaba de aprobar la cuestionada ley de amnistía, por escaso margen de votos ( la mayoría absoluta más un solo voto), y la han aprobado el partido socialista de Pedro Sánchez y todos los demás partidos que se autoperciben como enemigos de España.
El estamento judicial estima que esta ley es inconstitucional, y los jueces van a tener problemas a la hora de aplicarla. Los contrarios a esa ley de amnistía, que se ha hecho a la medida de Carles Puigdemont, como pago por su apoyo a Pedro Sánchez para que continúe como inquilino de La Moncloa, va a ser recurrida por los que no la han aprobado, ante el Tribunal Constitucional, que siendo presidido por Cándido Conde Pumpido, puede salir cualquier resolución, ya que dicho presidente del Tribunal Constitucional es persona bastante afín a Pedro Sánchez. También puede toparse con el Tribunal de Justicia Europeo, que podría considerar que esta ley de amnistía es inconstitucional.
Felipe VI, aunque pensara que estas ley de amnistía es inconstitucional, no la puede vetar, y se verá obligado a firmarla. Pero podría devolverla al gobierno para que la revise, expresando su preocupación de que no es constitucional, e incluso consultarlo al Consejo de Estado, pero igualmente está obligado a sancionar una ley aprobada por el parlamento. Son las ironías de las leyes españolas, que dan lugar a escenarios surrealistas.
Además el Rey Felipe VI últimamente no es muy patriota, pues se alinea con la Agenda 2030, expresa su apoyo abierto a Zelensky que es lo mismo que estar en contra de Rusia, y ahora firmará esta ley de amnistía, con lo cual va a quedar bastante desprestigiado, tanto por su falta de patriotismo, como por posicionarse con determinados intereses políticos.
Habrá que esperar a los acontecimientos de los próximos días. Y ojalá como dijo el viejo canciller alemán Bismarck, España aguante todas las embestidas y se mantenga unida.
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