Ha recirculado por las redes
la noticia de hace poco más de dos años y medio de cuando Ione Belarra proponía
una renta garantizada universal para los más vulnerables, que iba de los 700
euros mensuales por persona a los 1400 si se tenían hijos.
Es cosa que se tendría que
sacar de más impuestos, y desentivaria a la gente a buscar trabajo, pues para
cobrar lo mismo trabajando o solo un poquito más, no vale la pena, porque
trabajar al final resulta ser algo bastante duro de soportar.
Los que trabajan tendrían que
pagar más impuestos para que los que no trabajan pudieran tener sus rentas
garantizadas.
Pero un país solo puede salir
adelante, prosperar y crear riqueza si la gente trabaja en algo.
Imaginaos que nadie acepta
trabajar, porque el gobierno le da el dinero de la renta garantizada.
Supongamos que el agricultor
no quiere trabajar, el panadero tampoco, el transportista tampoco, y el
empleado del banco tampoco. Entonces si
nadie cultiva trigo, si nadie trabaja la harina para hacer el pan, si nadie
transporta la comida, si nadie atiende los recibos o los ingresos en una cuenta
corriente. Entonces no habría nada: ni trigo, ni nadie que hiciera pan, ni
nadie que lo transportara, ni nadie que se cuidara de formalizar los pagos y
cobros de banco. Entonces no habría nada. Y aunque te ten 700 ó 1400 euros, no
te va a servir de nada porque no encontrarías donde comprar el pan. Y si
alguien tuviera algo de harina para hacer pan, te lo vendería a un precio
desorbitado, al mejor postor, que nadie podría ni comprar.
Dejar a la gente sin trabajar
y que viva de los subsidios o rentas garantizadas por el gobierno, es lo peor
que podría pasar.
Se necesita que la gente
trabaje para ser útil para los demás y se gane dinero. Y también con el dinero
que se gane se puedan pagar una parte mínima en impuestos para los gastos
públicos de sanidad, escuelas, pensiones, el ejército, etc… Y para esto se
necesita dinero, que solo se puede generar trabajando y procurando que a la
gente no le falte el trabajo con el que ganarse el dinero y con ello generar
riqueza.
Lo malo, aparte, es que el
propio gobierno y varios políticos hacen que trabajar se convierta en algo
difícil, poniendo más impuestos y obligando a una serie de normativas que ponen
todo tipo de impedimentos y trabas a la iniciativa creadora de trabajo. Y es
aquí donde hay que hacer el frente: contra los impuestos abusivos y las
normativas absurdas que no dejan trabajar del modo más racional y en libertad.
Solo cuando se trabaja se genera riqueza, y en realidad esto es lo que necesita
el país: que la gente tenga trabajo y no tener que vivir de subsidios que otros
tienen que pagar con su trabajo.
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