Siempre
ha habido guerras, por choques de intereses que pueden ser políticos,
económicos, religiosos, y de otras naturalezas.
Las televisiones públicas son los aparatos de
propaganda del gobierno, y transmiten mensajes e imágenes que a ellos les
interesan, para manipular a la población y crear en ella un determinado estado
de opinión. Y por ello los que presentan telediarios o hacen de tertulianos,
suelen estar muy bien pagados, en su papel de voceros camuflados del gobierno,
sea el central o autonómico. Hay que tenerlo presente para no dejarse engañar.
La inmigración ilegal en España es
completamente consentida por el propio gobierno Sánchez y demás partidos
políticos ( con excepción de VOX), porque tienen en común que son Agenda 2030,
y entra en sus proyectos una transformación social para debilitar completamente
al país, y reforzar el poder tanto económico y político, con todo el coste que
va a suponer en pérdida de derechos, libertades, inseguridad, y en empobrecer
aún mucho más a la población. Los gobiernos, tanto el central como los
autonómicos, se gastan muchos miles de millones de los españoles para la
financiación y gastos de esa inmigración ilegal que ellos mismos toleran,
consienten, y fomentan, cuando por todo el país existen otras necesidades
prioritarias para millones de españoles.
El
coste de toda esta inmigración que recae sobre los contribuyentes españoles es
algo que nunca lo expresan, tanto políticos, como en las televisiones, que
deberían de informar de forma imparcial, y hasta didáctica, exponiendo la
verdad y no tratando de ocultar realidades que igualmente ya se palpan a nivel
de calle.
No
obstante, la inmigración por sus incompatibilidades con los valores europeos,
han conllevado unos problemas muy destructivos, por lo cual el canciller alemán
ha manifestado recientemente que hay que deportarlos, y ya es hora de hacer
muchas deportaciones, por el bien de las naciones europeas.
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