El
feminismo español va hacia una deriva muy destructiva y tóxica, sobre todo si
Jennifer Hermoso se sale con la suya en el asunto del fugaz e insignificante
beso de Luis Rubiales. Van camino de hasta llegar a prohibir la prostitución,
sin contar con el consentimiento y la libertad de las propias prostitutas que desean
seguir ejerciendo su famoso viejo oficio.
Las relaciones hombre-mujer, que de entrada ya
eran tan complicadas y quedaba reflejado por la enorme tasa de divorcios y lo
poco que duran los matrimonios de promedio, ahora se va a complicar mucho más
ante el miedo y la inseguridad de los hombre que cualquier mujer con la que se
metan les pueda denunciar por cualquier cosa.
Los hombres van a requerir, lógicamente, los
servicios de la prostitución para sus necesidades físicas y emocionales, y
además de costo económico mucho mejor en comparación con lo de estar liado con
cualquier peligrosa y fatal mujer.
Pero
es que si además ahora las femi-locas femi-nazis tratan de prohibir la
prostitución, las violaciones y las agresiones sexuales se van a multiplicar
exponencialmente, ante el hambre de disfrute de hembras que van a tener muchos
machos oprimidos por las absurdas medidas auspiciadas por las feministas y los
políticos cómplices.
Luego
algo pasa con el aceite de oliva en España, que siendo el mayor productor del
mundo, es también donde está mucho más caro, cuando en países del otro extremo
del mundo se puede encontrar la mitad, o hasta tres o cuatro veces más barato
que el precio que hay en España, pese a los añadidos de los costes del
transporte y los aranceles del país que lo importa. Algo huele a podrido en
este tema, y esto de que además sea más barato en algunos otros países cuyo
promedio de sueldos pueden ser muy superiores a los de España.
Pero
esto es tema del que se impide hablar y ventilar, aprovechando la cortina de
humo del tema del famoso beso entre Luis Rubiales y Jennifer Hermoso y la
correspondiente denuncia que ha originado, lo cual dice mucho de la
desinformación perpetrada desde las propias instancias gubernamentales más
volcadas a defender los intereses de la Agenda 2030, y que esto último es una
de las causas del elevado precio del aceite de oliva, aparte de otras maniobras
especulativas de gentes carentes de escrúpulos y los políticos que lo
consienten.
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