La primera tableta que tuve,
una Wolder de 7 pulgadas, que la adquirí aproximadamente en el año 2013. Es una
marca española, y las lanzaban a buen precio, entre los 100 y los 150 euros,
aunque irían bajando de precio en unos tres años hasta bajar a los 50 euros
aproximadamente. Un poco lenta en
cargarse, pero era la primera que tuve, en la prehistoria de internet, cuando
apenas aparecieron los primeros móviles.
Navegar
por internet:
Gracias a su conexión Wi-Fi (y en algunos modelos, 3G), las tablets Wolder te
permitían acceder a internet y navegar por tus sitios web favoritos.
Consultar
el correo electrónico:
Podías configurar tu cuenta de correo electrónico en la tablet y leer, enviar y
responder mensajes.
Ver
vídeos y fotos: La
pantalla de 7 pulgadas era ideal para ver vídeos en YouTube, películas o fotos
almacenadas en la tablet o en una tarjeta MicroSD.
Leer
libros electrónicos:
La tablet Wolder podía leer libros electrónicos en formato EPUB, PDF y otros
formatos populares.
Jugar
a juegos: La
tablet Wolder podía descargar juegos de la tienda de aplicaciones Android y
jugarlos en la pantalla táctil.
Escuchar
música: Podías
reproducir música almacenada en la tablet o en una tarjeta MicroSD, así como
escuchar la radio online.
Redes
sociales: La
tablet Wolder te permitía acceder a redes sociales como Facebook, Twitter o
Instagram.
Videollamadas: Algunos modelos de tablets Wolder con
cámara frontal te permitían realizar videollamadas con Skype u otras
aplicaciones.
Tomar
notas: Algunas
tablets Wolder venían con aplicaciones preinstaladas para tomar notas, dibujar
o hacer bocetos.
Otras
aplicaciones: La
tablet Wolder podía descargar e instalar una gran variedad de aplicaciones de
la tienda de aplicaciones Android, ampliando así sus posibilidades.
En
resumen, las primeras tabletas Wolder de 7 pulgadas eran dispositivos
versátiles que podían usarse para una amplia gama de tareas, desde navegar por
internet hasta leer libros electrónicos, jugar a juegos o realizar
videollamadas.
Cabe
destacar que, debido a sus limitaciones de hardware y software, las primeras
tablets Wolder no podían realizar tareas tan exigentes como editar vídeos o
jugar a juegos con gráficos 3D.
Sin
embargo, fueron un dispositivo pionero que abrió el camino a las tablets
modernas que utilizamos hoy en día.
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