Dentro de dos días son las
elecciones presidenciales norteamericanas la victoria de la cual se la disputan
Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris. Exprapolado a España el
equivalente sería entre Santiago Abascal, de VOX, y el presidente Pedro Sánchez
del PSOE. O sea ideologicamente Abascal está más cerca de Donald Trump,
mientras que Pedro Sánchez lo está de Kamala Harris.
Las encuestas anticipan una
victoria arrolladora de Donald Trump, pese a que ha recibido todo tipo de
acusaciones, ataques, críticas, etc… incluso intento de asesinato. Es el que
más se ha trabajado la campaña, pese a su edad que ya debería de estar jubilado
y descansando, llenando todos los mitines, en un último intento de salvar a la
patria haciéndola grande otra vez como es el lema de su campaña. Dicen que no
se ha tomado ni un solo día de descanso a lo largo de esos últimos meses de
campaña. Centra su discurso en los temas que más interesan a los votantes,
tales como los impuestos, la inmigración, la delincuencia, la industria, el
comercio internacional, y una defensa nacional fuerte con propósito de crear un
escudo tipo guerra de las galaxias como el que ya tienen en Israel.
A diferencia de lo que
propone Kamala Harris, Trump habla de bajar impuestos, de reducir regulaciones
que estorban la iniciativa empresarial, de reducir los costes de la energía
volviendo al petróleo y a la nuclear ( y con ello dejando de lado la Agenda
2030), reducir los tipos de interés, y hacer que los precios puedan bajar
reduciendo la inflación con sus políticas económicas, para que los
norteamericanos puedan volver a comprar alimentos, coches, y vivienda. Además
promete detener e incluso deportar la invasión de inmigrantes ilegales,
poniendo fin a los crímenes y a la delincuencia derivadas de esta inmigración.
Irá por fortalecer las fuerzas armadas, y construirá el escudo de defensa tipo
guerra de las galaxias.
Además se compromete a
defender la segunda enmienda sobre la tenencia de armas, combatir la censura y
devolver libertades esenciales como la de expresión y la religiosa, que ha sido
amordazada por los demócratas y sus sumisos medios de comunicación. Y
denunciando la posibilidad de fraude electoral, como ocurrió la otra vez que
perdió la reelección.
De modo que cada vez son más
los norteamericanos que ven necesaria la victoria de Donald Trump por el bien
de las familias, de las libertades, de la democracia, la seguridad, y la
prosperidad del país, toda una serie de cosas que han arrebatado las políticas
globalistas y represoras de los demócratas, alineados con la Agenda 2030, en
las que se llegó incluso a censurar las cuentas de Donald Trump en redes
sociales.
Y es de esperar que gane
Donald Trump, porque si no es así, nos encaminamos hacia la dictadura de la
Agenda 2030, de la censura impuesta, del control por medio del dinero digital,
de la falta total de libertades, de la inseguridad, de la invasión inmigrante y
reemplazo. Por esto lo que ocurra en Estados Unidos, puede afectar al resto del
mundo, y si gana Donald Trump, puede ser una esperanza para que Europa
despierte y empiece a quitarse de encima las políticas represoras de la Agenda
2030 que nos llevan hacia una dictadura camuflada de corte comunista.
Si gana la opción
republicana, Donald Trump podrá decir aquello tan característico de él: “estás
despedida”. Es decir: “Kamala…¡estás despedida!.
Os dejo la encuesta de
AtlasIntel de ayer en los estados indecisos, que auguran una clara y
arrolladora victoria de Donald Trump. No es bueno cantar victoria, pero parece
que ya se puede decir que el mundo está a punto de ser salvado ( o por lo menos
una buena parte).
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