El
gobierno en funciones de Pedro Sánchez consiente que España sea invadida por
inmigrantes africanos de forma descontrolada e irresponsable. Llegan por miles
especialmente en las Islas Canarias, y otros lugares de la costa española.
Fleta aviones para que trasladen a miles de inmigrantes repartidos por toda la
península y los deja en lugares donde los recogen autobuses para repartirlos en
balnearios y hoteles de lujo, donde tendrán alojamiento, comida, ropa, móvil,
dinero, etc…. todo gratis a costa del erario español ( que aparte de que está
muy endeudado, lo tienen que llenar los contribuyentes españoles con los
asfixiantes impuestos a los que los obligan). Y esto sucede cuando millones de
españoles pasan penurias y tienen necesidades que requieren atención pública,
siendo un verdadero insulto.
Pero claro, las cosas que hay que decir, las
cosas que en realidad suceden, son muy censuradas por las televisiones,
presentándolo como una cuestión totalmente irreal, pues no hay ninguna libertad
de expresión, pero sí acusaciones de delitos de odio, de xenofobia, de racismo,
etc…., para esconder y no dar a conocer la verdadera realidad sobre este tema
tan espinoso que en nada favorece a España y a los españoles, sino todo lo
contrario.
Y todo esto sucede porque lo consiente el
gobierno en funciones y demás cómplices políticos de la oposición que se hacen
la callada como respuesta, mientras se van haciendo las negociaciones para la
investidura.
Carles Puigdemont, que hoy era el aniversario
de la inconstitucional proclamación de la República Catalana, ha lanzado un
mensaje que más o menos se resume lo ya conocido de “lo volvería a hacer”. Ese
mensaje pone en peligro el acuerdo con Pedro Sánchez ( que necesita los votos
de Junts, el partido separatista de Puigdemont), ya que el presidente en funciones
del gobierno español dice que toda negociación se tiene que hacer dentro del
marco de la constitución. Y esto, si además hay que añadir las luchas
intestinas de la extrema izquierda ( SUMAR y PODEMOS?, puede llevar a unas
inevitables nuevas elecciones, que buena falta hacen por lo muy mal que están
las cosas.
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