Javier
Milei acaba de ganar las elecciones presidenciales en Argentina, y es una buena
noticia.
Y
claro, lo que los actuales medios de comunicación califican de
“ultraderechista”, como pretendiendo hacer de esta palabra: “ultraderecha”,
como algo que nos llene de miedo y nos lleve a una de las peores dictaduras.
El caso es que ya no se trata de poner
etiquetas de: ultraderecha, derecha, centro, izquierda, ultraizquierda, para
poder situar distintas posiciones políticas cada una con sus respectivos
dogmas. Sino que ahora de lo que se trata es de que el mundo se divide en dos
tendencias:
1.- Los que abogan por menos Estado y más
libertad.
2.- Los que abogan por más Estado, y en
consecuencia menos libertades.
Javier
Milei está en la primera corriente, igual que personalidades como Donald Trump en
Estados Unidos, o Giorgia Meloni en Italia, por citar otros dos ejemplos fuera
de Argentina.
Los de la primera tendencia abogan por más
libertades y menos Estado, y esto supone menos leyes, menos impuestos, pero
también más dureza contra la delincuencia, aparte de que no aceptan las
imposiciones de la Agenda 2030, entre ellas mayor control sobre los ciudadanos
y obligarles a cambiar su modo de vida por otro en peores condiciones. Los de
la segunda tendencia, es el caso español con Pedro Sánchez en el gobierno, así
como el de los presidentes de varias comunidades autónomas, que abogan por
menos libertades y mayor intervención de la cosa pública, que esto supone
muchas más leyes, reglamentaciones, normativas,….y también más impuestos.
Además que tienen el denominador común de que favorecen la delincuencia y al no
castigarla como se merece los ciudadanos víctimas de esta delincuencia sufren
esos atropellos. Además quieren imponer a todos este nefasto programa
político-económico llamado Agenda 2030 que busca crear una sociedad más
sometida y en el que se vive en peores condiciones.
Por
esto, la victoria de Javier Milei en Argentina, que busca un país más libre,
con menos peso estatal, menos impuestos, y mayor protección a las libertades y
los derechos ciudadanos, es una esperanza para el resto del mundo. Porque
supone un impulso más hacia esta tendencia de menos Estado y más libertad, que
buscan contrarrestar los seguidores de la Agenda 2030 para crear un mundo más
controlado y sometido para los que ostentan el poder, y en donde los ciudadanos
no dispondrían de una mejor vida por falta de esas libertades individuales que
son fundamentales.
Muchísima
suerte y muchos éxitos a favor de las libertades y la prosperidad, Señor Milei.
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