La
Comisión Europea está obligando a los países de la Unión Europea a hacer
políticas que marca la Agenda 2030, con palabras bonitas de “desarrollo
sostenible”, “salvar el planeta”, contra el “calentamiento global”, etc….. Y
con ello obligarnos a usar coches eléctricos ( que la gente no se puede
comprar), impidiendo cultivar y criar animales ( porque quieren que comamos
insectos y carne sintética producida en laboratorio), destruyendo presas y
pantanos, etc…. Para esto imponen muchísimas regulaciones, y al mismo tiempo
muchas trabas a la libertad de empresa y a la competencia. En realidad tienen
otros oscuros intereses de tinte monopolístico y especulador, encaminado
también a buscar controlarlo todo, que nos ocultan a los ciudadanos, y por esto
existe una censura encubierta.
Los países del BRIC, de los cuales cada vez
van teniendo más socios, no les afectan ese tipo de políticas, y no las quieren
implementar porque saben que va contra la libertad económica, y con ello contra
la prosperidad. Y, claro, por eso no se habla de ese tema en las televisiones
europeas o norteamericanas, que están bajo influjo de aquello que llaman
globalismo y Agenda 2030.
Curiosamente
en los países que salen de la pobreza, y que están más predispuestos a trabajar
duro, que tienen regímenes dictatoriales o donde se respetan menos los derechos
humanos, es en donde entienden que para desarrollarse y tener prosperidad,
tienen que tolerar un sistema económico y laboral mucho más libre, con el que
se pueda competir.
Que
en la parte del mundo donde nosotros vivimos pongan tantas trabas a la
competencia, y en el resto del mundo sea lo contrario, es una buena noticia.
Por ejemplo, no podremos comer alimentos saludables, porque nos quieren obligar
a comer insectos y carne sintética de laboratorio, con la excusa de “para
salvar el planeta y evitar emisiones de gases efecto invernadero”, pero
inevitablemente existirá la necesidad y se va a crear un mercado negro de contrabando
con el cual comprar todo tipo de productos que en cuanto menos lo descuidemos
estos otros países nos van a adelantar y disponer de mayor cantidad de
materiales con las que cubrir necesidades.
Lo
positivo de todo esto es que la disparidad de opciones fomenta la competencia,
que conlleva sus propios beneficios. Pero claro, esto es uno de los temas de
los que no os van a hablar en las televisiones, siempre empeñados en transmitir
mensajes de miedo, para facilitar la implementación de la Agenda 2030, que
desde luego no aporta nada bueno ni positivo a los ciudadanos.
En
Europa, en cuanto nos descuidemos, “no tendrás nada y serás feliz”, que es algo
que nadie se cree en lo de ser feliz si no tienes libertad y lo básico que
necesitas para vivir. Pero en el resto del mundo podrán tener lo que se ganen
trabajando y compitiendo, y ser felices, porque van a tener mayor libertad y
prosperidad. Una contradicción, pero que es la actual realidad.
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