Pedro
Sánchez ha cometido varias acciones de gobierno inconstitucionales, como el
caso de los estados de alarma que tuvo que tumbarle el Tribunal Constitucional,
y ahora pretende sacar adelante una ley de amnistía, y consentir un referéndum
por indicación de Carlos Puigdemont como monedas de cambio para darle su apoyo
en la investidura y con ello seguir un tiempo más como el inquilino oficial de
La Moncloa.
Pero
si Alberto Núñez Feijóo que ha sido propuesto por el Rey para la investidura,
no consigue suficiente apoyo legal del Congreso, podría ser que el monarca no
propusiera ningún otro candidato, con lo que indirectamente significaría que Su
Majestad estaría activando el mecanismo de una próxima convocatoria electoral.
Una
posible excusa que podría dar Su Majestad Felipe VI, es que ERC, Bildu, Junts,
y BNG, que suman 21 escaños juntos, no asistieron a la ronda de consultas, y
por tanto el monarca estima que Pedro Sánchez tiene menos apoyos que Núñez
Feijóo. Aunque la realidad es que la maniobra del Rey estaría marcada por
impedir la división de España y con ello la grave conflictividad que
conllevaría.
Estamos en un período políticamente
provisional con un gobierno en funciones que no está legitimado en muchas
cosas. Y aunque las funciones del Rey son muy limitadas, la Constitución
indirectamente le da ciertos poderes que se pueden aprovechar en momentos muy
complicados.
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