Su
Majestad el Rey Felipe VI, ya ha terminado su ronda de consultas. VOX,
Coalición Canaria, y Unión del Pueblo Navarro se han comprometido a respaldar
una candidatura de Alberto Núñez Feijóo que cuenta con los votos de su propio
partido.
El PNV de Aitor Esteban ha dicho que de
momento no se compromete ni con Feijóo, ni con Pedro Sánchez, manteniendo una
postura neutral.
Pedro
Sánchez cree que obtendrá los respaldos de los que votaron por la presidencia
del Congreso, aunque no están del todo garantizados.
En
consecuencia, si el PNV que dice no haberse decidido por ninguno todavía, al
final apoyara a Núñez Feijóo, lograría salir investido presidente por un voto
más de mayoría absoluta.
O sea que la clave de la gobernabilidad, en
vez de Junts per Catalunya como se ha ido especulando en estos últimos días, en
realidad la tiene el PNV. Ese partido vasco, en principio no se puede
considerar separatista, aunque a ratos lo ha aparentado. Tiene historial de
haber apoyado al PSOE de Felipe González, de Rodríguez Zapatero, y
recientemente de Pedro Sánchez. Pero también respaldó la investidura de José
María Aznar, y apoyo los presupuestos de Mariano Rajoy, ambos del PP. Con lo cual
en cierto sentido y a sus conveniencias de cada momento, ejerce como partido
bisagra.
De
resultar fallida la investidura de Alberto Núñez Feijóo, se propondría a Pedro
Sánchez, que si no lo apoya el PNV, tampoco sacaría mayoría absoluta, y en la
segunda votación por mayoría simple, puede que solo tenga la ventaja de un solo
voto, que puede depender de cualquiera que pueda decantarse. Por esto ahora
insta a la fiscalía ( que está bajo la órbita del el gobierno en funciones) a
que revise los aproximadamente 30.000 votos nulos de Madrid, para recuperar el
escaño que al final se llevó García Adanero gracias a los votos de ultramar, ya
que lo de seguir como presidente del gobierno puede depender de este único voto
que consiga de más, y con ello se la juega.
Si
el PNV finalmente apoya al líder del Partido Popular, y con ello Núñez Feijóo
obtiene mayoría absoluta, España podrá tener un gobierno que no va a depender
de las decisiones y exigencias de los separatistas, con el añadido a su favor
de contar con la mayoría absoluta en el Senado.
Pero como la formación de mayorías está tan
ajustada, no se garantiza nada, y todo queda por como al final quede
configuradas los quinielas.
Y
en todo caso, para mi personalmente, si todo sale mal, mejor hayan elecciones
anticipadas, y se pueda elegir con mayor sensatez y acierto, sobre todo por el
tema de la Agenda 2030, aparte de lo del separatismo y las desigualdades que
crearía entre diversas zonas del territorio nacional.
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