Por estos días, el sindicato UGT, celebra su congreso con la asistencia del líder de la oposición Alberto Núñez Feijoo y el presidente del gobierno Pedro Sánchez.
Ya no son aquellas entidades que estaban para defender los intereses de los trabajadores, sino que se han convertido en entidades sumisas con los gobiernos central y autonómicos, gracias a las sustanciosas subvenciones con los que las riegan y así pueden vivir muy bien los sindicalistas y muchos sin necesidad alguna de trabajar.
Es decir, que a los sindicatos actuales los mantenemos con los impuestos, y los sindicalistas viven muy bien, que van a comer mariscadas y llevan relojes de lujo marca Rolex. Pero no defienden a los trabajadores en paro, los que soportan los impuestos y la invasión inmigrante que les quitan el trabajo y los servicios sociales, entre otras cosas.
Y encima piden que se suba los impuestos, para seguir chupando de suculentas subvenciones, con lo cual no deberían de percibir ningún tipo de subvenciones, y quienes deseen meterse a sindicalistas o afiliarse al sindicato, que los mantengan y financien con sus propias cuotas.
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