Su
Majestad el Rey Felipe VI ya ha propuesto un candidato para la investidura a la
presidencia del gobierno: Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, el partido más
votado en las anteriores elecciones generales.
El líder del PP ya tiene configurados sus
apoyos, pero le falta el del PNV para lograr la mayoría absoluta. Por esto hoy
le ha ofrecido hacer llegar el AVE al País Vasco con prioridad ( cuando en
otras regiones de España ya lleva mucho retraso), y además una revisión del
cupo vasco, que convierte la región en algo parecido a cierto “paraíso fiscal”
dentro de España y con los privilegios y ventajas que ello comporta.
En la segunda vuelta, si el PNV sigue sin
apoyarle, e hiciera lo mismo con Pedro Sánchez, si el Rey lo propone tras una
supuesta fallida investidura del mismo, le quedarían tan solo 172 votos,
mientras que Pedro Sánchez conseguiría 173, y en este caso Pedro Sánchez
saldría reelegido nuevamente presidente del gobierno por mayoría simple.
Pero los líos de las exigencias separatistas y
las preposiciones inconstitucionales, harían muy complicada la gobernanza y
estabilidad política de España, que no beneficiaria al PNV, un partido que
procurará siempre al máximo por los intereses del País Vasco, ya que necesita
una España unida y estable, para que le haga llegar el dinero que reclama (
cuánto más dinero, mejor).
Por
esto al final, al PNV le conviene más que acabe gobernando Alberto Núñez
Feijóo, en vez de con Pedro Sánchez, que tendría todo tipo de tropiezos por el
tema de sus atenciones y concesiones a los separatistas que lo han apoyado.
Pero pueden pasar sorpresas de última hora, que igual finalmente el PNV acabe
apoyando a Pedro Sánchez a cambio de una arriesgada promesa, o que se puedan
sobornar a algunos prófugos traicioneros de entre los inútiles de la casta
política española que buscan el enriquecimiento rápido del modo irresponsable y
carente de vergüenza. Todo es posible, pero en este vídeo pretendo aclarar el
posible escenario.
Y además hago algún retoque sobre el tema del
supuesto escandaloso beso del presidente de la federación femenina de fútbol
Luis Rubiales a la jugadora Jennifer Hermoso, por el cual se ha buscado
lincharlo con todos los medios desde el actual gobierno en funciones, y detrás
de lo cual hay unas pretensiones políticas empeñadas en eclipsar el tema de la
victoria del mundial de fútbol femenino, y de los problemas políticos y
económicos que tienen que soportar los españoles.
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