EL LÍDER DEL PP EXPONE SU ALTERNATIVA DE GOBIERNO EN LA INVESTIDURA

Alberto Núñez Feijóo, el candidato propuesto por el rey Felipe VI para la Presidencia del Gobierno, ha defendido este martes su proyecto político ante el Congreso de los Diputados, en la primera sesión del debate de investidura. El líder del PP ha presentado un resumen de su programa de gobierno, basado en seis pactos de Estado, y ha contrastado su propuesta con las intenciones del presidente en funciones Pedro Sánchez, al que ha acusado de querer negociar una amnistía con los independentistas catalanes.

Tras la intervención de Feijóo, que ha durado casi dos horas, han tomado la palabra los demás líderes políticos, siguiendo el orden de mayor a menor representación parlamentaria. La sorpresa ha sido la ausencia de debate o réplica por parte de de Pedro Sánchez, que ha delegado su turno de réplica en otro diputado socialista de Valladolid que se estrenaba en la sede parlamentaria, y que se han limitado a descalificar al candidato popular y a defender la gestión del Gobierno saliente. El silencio de Sánchez ha sido interpretado como una muestra de su miedo a expresar sus verdaderas pretensiones y a enfrentarse al debate político, ante la posibilidad de enfadar a sus posibles socios con los que busca formar un nuevo gobierno Frankestein.

El resultado de la investidura es incierto, pues todavía no se ha producido la votación, que tendrá lugar el miércoles. Feijóo necesita la mayoría absoluta de la Cámara (176 diputados) para ser investido en primera vuelta, o la mayoría simple (más votos a favor que en contra) en segunda vuelta. El PP cuenta con el apoyo de Ciudadanos y Vox, pero no le bastaría para alcanzar la mayoría absoluta. En segunda vuelta, se enfrentaría al bloque formado por el PSOE y sus posibles socios de gobierno, entre los que se encuentran los partidos independentistas catalanes. De esta forma, se juega el futuro de España, que podría quedar en manos de un gobierno Frankestein “rojo y roto”, sin libertades y camino hacia el empobrecimiento. Pero esta es la realidad de la política española.