La ayuda de El Salvador de Nayib Bukele para
las inundaciones de Valencia, compuesta por unas 300 personas entre médicos y
rescatistas, junto con unas 20 toneladas de equipo y suministros, que estaba ya
a punto para despegar del avión en ayuda humanitaria, fue rechazada por el
gobierno español cuando tanta falta hacia. Al final la misma ayuda ya preparada
ha sido entregada a Costa Rica, que también ha sufrido unas inundaciones muy
graves.
Y es que el gobierno ha
rechazado todo tipo de ayuda internacional, como El Salvador, Argentina,
Portugal, Francia,….cuando más se le necesitaba, y esto dice todo sobre el
gobierno de Pedro Sánchez, que para nada busca el beneficio de la población
española, sino el beneficio político de imponer la Agenda 2030. Esta negligencia de Sánchez es inaceptable en momentos
de grave crisis humanitaria en los damnificados de Valencia. La falta de acción
y la negativa a recibir ayuda internacional no solo agravan la situación, sino
que también ha puesto en riesgo la vida y el bienestar de miles de ciudadanos
que se podrían haber beneficiado de esta ayuda desde el primer momento.
Afortunadamente a causa de la
negligencia y dejadez del gobierno y comunidades autónomas, la espontánea
reacción ciudadana ha hecho que miles de voluntarios se hayan involucrado en
las tareas de ayuda y rescate, que además incluso en esto ha puesto trabas el
gobierno Sánchez, lo cual es una auténtica vergüenza.
Este desastre el gobierno y
la oposición lo van a aprovechar para reforzar su terrorífico relajo de
“emergencia climática” para acelerar la imposición de la Agenda 2030, que busca
adueñarse de todos los medios de supervivencia ( agua, alimentos, energía,
dinero, etc…) para imponer una dictadura camuflada que nos tenga controlados y
sometidos a todos.
La causa de las inundaciones
ha sido la demolición irresponsable de las presas, que no solo provoca
inundaciones, sino que además cuando no llueva va a provocar problemas de
sequías.
Ante esta situación
irresponsable de derribo de presas que retenían y embalsaban el agua,
impidiendo inundaciones y almacenando agua para las necesidades del país,
estamos en riesgo de que cada vez que llueva con fuerza se acaben provocando
inundaciones en diversos puntos de la geografía española de niveles bajos de
altitud o de tener población próxima a ríos. Al mismo tiempo cuando no llueva,
esto nos lleva a no disponer de agua, con todo lo que supone de problemas
derivados de la sequía.
Mientras no se vuelvan a
construir las mismas presas ya derribadas, y otras de nuevas para mejorar las
condiciones de aprovechamiento de agua y energía hidráulica, y al mismo tiempo
de suponer un freno que impida daños en inundaciones, vamos a seguir en estas
situaciones de riesgo de las cuales algunos van a salir perjudicados. De hecho,
las primeras víctimas ya se han cobrado en esos miles de afectados de la zona
de Valencia, y de otras zonas de España que también han sufrido recientes
inundaciones.
También urge una mejor
política de infraestructuras de salidas de agua, con cloacas y alcantarillados
más grandes, que siempre se mantengan limpios para evitar la formación de
obstrucciones o embozos.
Pero con la Agenda 2030
imponiéndose por parte de políticos irresponsables y traidores, no va a haber
buena voluntad de tomar las medidas adecuadas y necesarias, agravándose aún más
la tragedia nacional.
La gente tiene que despertar,
informarse bien de lo que realmente ocurre, y buscar la forma de expulsar del
poder a esos políticos irresponsables y carentes de escrúpulos y de vergüenza
que no solo son los culpables de estas desgracias, sino que ni siquiera van a
aportar soluciones, sino todo lo contrario empeorando todo aún mucho más.
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