En
sus maniobras para negociar los apoyos a su investidura, Pedro Sánchez está
llegando a acuerdos con Junts y ERC, los dos partidos separatistas que le
exigen una ley de amnistía y un posterior referéndum de independencia, aunque
al parecer les quedan pocos cabos sueltos para atar.
Pero
entre que la semana pasada el presidente en funciones Pedro Sánchez abogó a
favor de una Ley de Amnistía, y que el Rey dio la indirecta en su discurso de
ayer por la jura de la Constitución de Leonor de Borbón en el sentido de que
prevalece el estado de derecho junto con la separación de poderes y por tanto
nada puede hacerse fuera de la Constitución, hoy una mayoría de jueces del
Consejo General del Poder Judicial han pedido un pleno para discutir sobre esta
supuesta ley de amnistía, porque consideran que abolen el Estado de Derecho, y
en consecuencia es inconstitucional.
Por
tanto es incierto el apoyo de los separatistas a la investidura de Pedro
Sánchez, aunque ambos ( los separatistas y Pedro Sánchez) se necesitan
políticamente dadas las circunstancias y la configuración de las mayorías. Es
decir, puede ocurrir cualquier cosa, de lo cual una crisis política seguro, en
caso de que Sánchez salga elegido de nuevo presidente; o convocatoria de nuevas
elecciones.
De
todos modos, la cosa está muy caldeada, y queda por ver dentro de poco qué
soflamas se van a soltar en el debate de investidura, para ver cómo se
posicionan cada uno de los grupos políticos ante la actual crisis política.
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