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de septiembre de 2023, el Partido Popular ha convocado una manifestación en la
madrileña Plaza de Felipe II, el monarca que hizo que Madrid fuera la capital
de España, y entre la plaza y las calles adyacentes han asistido cientos de
miles de personas. La manifestación era para protestar contra el sanchismo, y
la amnistía, la independencia que desean los separatistas, y el casi medio
billón de euros que reclaman los independistas catalanes a cambio de apoyar la
posible investidura de Pedro Sánchez.
Núñez
Feijóo no contará con el apoyo del PNV, con lo cual no podrá obtener la mayoría
absoluta, y la mayoría simple pende de un par de abstenciones del bando
contrario, o que voten a su favor en aras de la suprema unidad de la patria
española, amenazada con romperse.
Mientras
tanto en Barcelona, Pedro Sánchez ha asistido a la fiesta de la rosa del PSC
catalán, y ha expuesto de forma convencida que va a seguir como presidente del
gobierno por otros cuatro años, y promete entre otras cosas subir el salario
mínimo y las pensiones, así como aplicarse con lo del cambio climático de la
Agenda 2030. Pero ha eludido hablar de cómo lo va a financiar con los
impuestos, y también ha evitado hablar de la amnistía, el referéndum de
independencia, y los más de 450.000 millones que le reclama Carles Puigdemont,
añadiendo, además, que él es plenamente constitucionalista de Pa a Pan, y de la
A a la Z. Otro tema es que el presidente en funciones tiene un largo historial
de promesas incumplidas.
Si
la investidura de Feijóo resulta fallida, dentro de tres o cuatro días, el Rey
puede proponer a Pedro Sánchez como presidente del gobierno. O puede no
proponerlo, si tampoco asisten a consultas los partidos separatistas, y dar la
excusa de que considera de que el candidato Pedro Sánchez no dispone de mayoría
absoluta, en una maniobra del monarca de pretender evitar el riesgo de la
España roja y roja a la que la puede derivar Pedro Sánchez si sigue como
presidente del gobierno. Y en este caso vamos a tener elecciones anticipadas.
Ya
todo es cuestión de hacer quinielas políticas, aunque si ganan los partidarios
de la Agenda 2030 iremos a por peor, mientras que si gana el partido patriótico
de la alternativa, hay cierta esperanza de cambio a por mejor.
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