El
gobierno ( a través de la vicepresidente Yolanda Díaz) ha decidido subir el
salario mínimo a los 1134 euros, acordándolo con los sindicatos mayoritarios
CC.OO. y UGT, pero sin el respaldo de la patronal.
Por
otra parte, la reforma del subsidio de desempleo ha quedado sin convalidación
parlamentaria, por la oposición de PODEMOS y el resto de partidos que no
respaldaban los decretos del gobierno.
PODEMOS
estaba en desacuerdo con que se le reducieran las bases de cotización a efectos
de jubilación que paga el Estado a los parados mayores de 52 años que perciben
el subsidio de desempleo. Esto significa que el gobierno puede volver a
negociar, aceptar las exigencias de PODEMOS, y volver a solicitar la reválida
de este decreto al parlamento con suficiente mayoría.
El
caso es que somos un país que cada vez se trabaja menos, es más asfixiado a
impuestos, y tiene cada vez más pensionistas a mantener, junto a otras gentes
que perciben todo tipo de ayudas públicas. La cuestión es si nuestro país va a
poder soportarlo, porque todo se tendrá que hacer acorde con el nivel económico
del país, pero las cosas cada vez se ponen más complicadas en el sentido de
tener una economía que pueda generar la riqueza que se necesita para financiar
el conjunto de los gastos públicos.
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