Ayer
se reunieron Pedro Sánchez y el presidente de la Generalitat catalana Pedro
Aragonés.
Se
pusieron de acuerdo en traspasar los trenes de cercanías a la Generalitat, y el
Ingreso Mínimo Vital, de los cuales más del 80% de los beneficiarios son
inmigrantes ( que en este sentido favorece al presidente separatista), aparte
de hablar de referéndum de independencia de Cataluña, y la condonación del 20%
de la deuda autonómica catalana.
En la rueda de prensa, preguntaron a Pedro
Sánchez si habría referéndum, pero las elusivas tangenciales fueron las
respuestas, pues ni negó ni afirmó, lo cual es un indicador de la posibilidad
de un referéndum que para no ser ilegal e inconstitucional, se supone que
debería de ser no vinculante. Es como hacer de la política una función de
teatro que no llevará a ninguna parte, con toda la pérdida de tiempo que
supone.
También
se tuvo el mal gesto de retirar a toda prisa la bandera española, cuando iba a
dar la rueda de prensa Pere Aragonés, que muchos lo han entendido como una
falta de respeto, un desprecio, e incluso un ultraje al símbolo que representa
a todos los españoles, catalanes incluidos. Es por lo que Vox ha anunciado una
querella contra Pere Aragonés por el trato ofensivo a la bandera nacional,
mientras que el resto de partidos políticos no le dan importancia.
Por
otra parte, la condonación de la deuda no puede ser ninguna condonación de
nada, porque lo que perdona el Estado Español a una comunidad autónoma,
significa que la tendrán que pagar el conjunto de todos los españoles, con más
impuestos tanto a ciudadanos como a empresas, y también a incrementar más el
conjunto de la deuda pública que nos empobrece cada vez más y de la que va a
ser cada vez más complicado tener que pagarla. Con lo cual es una estafa y un
atropello a todo el pueblo español, y al mismo tiempo una invitación a seguir
despilfarrando más por parte de la comunidad autónoma que vea condonada parte
de su deuda.
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