Al
parecer la presidente del Congreso Francina Armengol dijo que había plazo hasta
el 27 de noviembre para la celebración de la investidura del candidato Pedro
Sánchez, propuesto recientemente por el Rey.
En
realidad este alargo del tiempo es algo expresamente consentido por los
políticos, ya que cuanto más dure, más tiempo podrán cobrar sus buenas pagas de
políticos, en caso de que se den las circunstancias de que se tengan que
celebrar nuevas elecciones generales y muchos no vuelvan a salir elegidos
diputados o senadores, o ya no estarán en el nuevo gobierno.
Y
fijaos en lo que dura el gobierno “en funciones”, de ministros que no están
legitimados, y que solo conservan el cargo sin hacer casi nada. Desde que se
disuelven las cortes, se celebran las elecciones, se proponen las investiduras,
y si acaso se tienen que convocar nuevas elecciones, hasta después de que salga
la investidura que legitime un nuevo gobierno, pueden pasar largos meses, e
incluso algún año. Así los ministros casi no trabajan, y los diputados se lo
toman como unas vacaciones porque igualmente poco o casi nada tienen que hacer
la inmensa mayoría ( ya que la “faena” la suelen hacer los portavoces), pero no
se privan de los enormes sueldos, dietas, y prebendas que se cargan a costa de
los impuestos sobre los ciudadanos españoles.
La
verdad es que los políticos se han convertido en casta aparte, convirtiendo el
sistema político en algo que les permita lucrarse al máximo y tener unos
privilegios que tienen que aprovechar al máximo, alargando al máximo los
tiempos de provisionalidad, para beneficiarse en todo lo posible. Es algo que
debería de resolverse como el abuso que es ( porque no es ningún buen ejemplo
para los ciudadanos malgastar el dinero de sus impuestos en estas cosas), pero
que naturalmente no va a existir ninguna voluntad política para ello.
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