Hace unos días que el ex vicepresidente del gobierno Pablo
Iglesias se inició con el pequeño experimento capitalista de abrir un bar en
Lavapies, la taberna Garibaldi, que lleva el nombre del famoso revolucionario
italiano.
Lo de poner una taberna es como lo de montar un negocio por
cuenta propia: se sirven bebidas y cosas de comer, y las ganancias dependen de
los precios y de la clientela disponible. Aparte hay que cumplir con unas
regulaciones sobre la limpieza, los extintores, la forma de manipular los
alimentos, cómo tienen que ser los lavabos y cómo estar ventilados, etc…, así
como los horarios y los sueldos de los trabajadores que no pueden estar por
debajo del salario mínimo. Lo del derecho de admisión, y el pago de diversos
impuestos. También tiene de ver lo de saber ganarse los clientes: atender de
manera agradable, y no parecer demasiado peseteros, ya que el cliente, como en
todo negocio, es lo más importante, y por tanto lo que hay que saber tener
contento para que vuelva al bar y lo recomiende. No todo el mundo consigue
tirar adelante un negocio de bar o de taberna, aunque es como otra empresa más,
sólo que de las más simples.
Mucha gente que se ha quedado sin trabajo o se lesionaron y
quedaron incapacitados para el trabajo que tenían antes, probaron montar un
negocio de bar, basado en servir bebidas y algo de comer. Pero cada vez cierran
más bares, porque los impuestos son demasiado altos, y todo está muy caro, de
manera que cada vez hay menos clientela. Lo de la pandemia obligó a cerrar a
muchos bares, y los llevo a la ruina. Y la actual crisis económica y la
inflación, así como las subidas de los costes laborales y los impuestos, ha
hecho que suban tanto los precios, que la gente ya no puede permitirse ni ir a
tomar una cerveza o pedir un simple bocadillo de jamón. El mercado está cada
vez más flojo y más escaso de dinero. Y no digamos ahora que el gobierno
pretende prohibir la prostitución y cerrar todos los puticlubs, lo cual hará
que a gente salga menos afuera a tomarse algo.
Y es algo raro que un comunista como Pablo Iglesias que está
tanto en contra del capitalismo, se preste a hacer algo propiamente capitalista
como es abrir un negocio de taberna. Claro que se supone que es para clientela
comunista de la clase obrera o de la inmigración que tanto defienden la
izquierda, con lo cual se pierde la clientela de ideas contrarias. Para abrir
un negocio hay que ser siempre imparcial y neutral, para poder llegar a todo
tipo de clientela de todas las ideologías. Y no es el caso de un bar, sino
también en el mundo del cine, de la canción, o del periodismo, que si no se
quiere estropear el negocio no se puede posicionarse políticamente.
He oído hablar de un bar restaurante chino que son muy admiradores
de Franco, y lo tienen muy decorado con los símbolos franquistas. Y otro como
es el Asador, que es un restaurante cuyo dueño está muy cabreado con Pedro
Sánchez porque les está robando con impuestos y les impone unas normativas que
no le dejan trabajar en libertad, y en su restaurante los socialistas no pueden
acceder por lo de reservado el derecho de admisión. Ese dueño del asador dijo
que no encontraba camareros, porque el gobierno daba demasiadas subvenciones a
todo el mundo, y así prefieren la paguita y no trabajar.
No sé si Pablo Iglesias va a encontrar camareros, con tanta
gente viviendo de las subvenciones y el Ingreso Mínimo Vital que él mismo
implantó en España, pero el caso es que ya se le ha averiado alguna cañería del
lavabo y ha tenido que cerrar el bar. Y no sé si va a cumplir con lo que
proponía y pedía Yolanda Díaz de pagar muy bien a los camareros, que hagan unas
37 horas, con propósito de llegar a una jornada de 35 o 32 horas semanales. Que
estén muy bien pagados, con sueldos que doblen o tripliquen el Salario Mínimo,
y que cierren a partir de la 1 de la madrugada, y que a partir de las diez de
la noche sea aún mucho más retribuido. Son cosas muy fáciles de decir, cosas
del sueño del paraíso comunista, pero si tiene que ser así, no solo tendrán que
subir brutalmente los precios, sino que además el caso es que llevamos años en
que no paran de cerrar bares y restaurantes, porque la gente es cada vez más
pobre que no tiene dinero para gastarse.
¿Cómo podría funcionar un bar-taberna comunista?. Supongo
que los de Lavapies se irán a gastar el Ingreso Mínimo Vital en el bar de Pablo
Iglesias, y a hablar de revoluciones contra el capitalismo. Claro, el ingreso
mínimo vital que les regaló Pablo Iglesias, tiene que salir de los impuestos
que pagan el resto de los españoles. Por otra parte recuerdo que una vez vi una
película de Arnold Schwarzenegger, titulada “Danko, calor rojo”, en la que un policía
soviético entra en una taberna del Moscú comunista de principios de los ochenta
para buscar a un vendedor de drogas, Allí supongo que el dueño de la taberna
debía de ser el Estado Soviético, que pagaba al trabador del bar, tanto si
ganaba como si no ganaba, y ese mismo Estado cubría las pérdidas o las
ganancias las reinvertía en sus planes sociales o quincenales. Vamos, casi
igual como funciona toda empresa pública, que en el caso de España las rescatan
el gobierno, con los impuestos a costa de los demás.
Supongo que la taberna de Pablo Iglesias la van a llevar sus
currantes a nómina como si fuera un capitalista, y el caso es que lo han
fichado en el programa “Mañaneros” de RTVE, que se supone que es una televisión
pública pagada con los impuestos de todos y que tendría que ser plural. Pero ya
se sabe que esta cadena pública en realidad es el medio de propaganda del
gobierno Sánchez, que quiere aparentar pluralidad. Es un programa de magazine
público, que entre que también han contratado a José Manuel García Margallo,
del PP; el ex diputado de Ciudadanos Edmundo Bal, y la socialista del PSOE Emma
López,….se nota que tratan de hacer un tipo de tertulia amparado bajo el
paraguas de la Agenda 2030, porque se ha excluido a VOX que es la tercera
fuerza política y están formando esto que se llama un “cordón sanitario” para
marginar totalmente esta destacada fuerza política española que también tiene
personalidades de la categoría de Iván Espinosa de los Monteros, así como a
Pepa Millán, o a los líderes de VOX como Santiago Abascal, Javier Ortega Smith,
Ignacio Garriga, o Rocío Monasterio, entre muchos otros.
No sé lo que van a cobrar para hacer de pregoneros del
gobierno y de todos los que representan la Agenda 2030, pero Silvia
Intxaurrondo cobra más de medio millón de euros, creo que unos 1500 euros por
día, y lo suyo del mejor personaje de la historia ha sido un fracaso de
audiencia, que la han relegado a la segunda cadena. Además estos periodistas o
presentadores son tan sectarios, como el caso de Mónica López, o de Ángels
Barceló, que reprenden interrumpen o dan sus opiniones, en vez de que sea su
interlocutor cuando se expresa y dice algo que le parezca que no es del
agradado del gobierno que es quien les paga esos suculentos sueldos a costa del
resto de los contribuyentes.
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