Mañana va a ser el último día de las elecciones catalanas, y toca hablar un poco sobre este asunto.
Este territorio de España está cada vez peor: más impuestos, más delincuencia, más pobreza, más invasión inmigrante, peores servicios públicos, deuda pública cada vez peor.
Tenemos una Constitución con algunos retoques social-demócratas, y el último estatuto de autonomía lo cambiaron los socialistas, dándole un toque de tinte aún mucho más social-demócrata. Por esto Cataluña es un territorio de muchos impuestos, y de servicios públicos que cada vez son peores.
Hay partidos constitucionalistas, y partidos separatistas, y solo dos que marcan la diferencia: VOX y Alianza Catalana, y son los que dicen abiertamente que están en contra de la inmigración ilegal, y sobretodo en contra de la inmigración islámica.
Hay que poner de telón de fondo la Agenda 2030, que es una especie de dictadura socialista encubierta. La Agenda 2030 la suscriben todos los partidos, sean constitucionalistas o separatistas, menos VOX. De modo que prácticamente todos los demás partidos políticos van a hacer políticas socialistas o social-demócratas, excepto VOX. Políticas que además se apoyan en un estatuto de carácter muy social-demócrata, en la que priman mucho los servicios públicos, y con ello los impuestos cada vez más elevados.
En consecuencia en Cataluña hay dos bandos: los pro Agenda 2030 y con ello la tolerancia con todo tipo de inmigración, y los contrarios a la Agenda 2030 y contrarios a la inmigración ilegal, descontrolada, e islámica.
Hay aproximadamente una cuarta parte, o más, de la población que es inmigrante, y en su inmensa mayoría musulmana. Dicen que la inmigración es un 18% de la población, pero no se dice que a muchos les han concedido la nacionalidad española, y por tanto los cuentan como españoles que en realidad no son. Al ritmo en que se reproduce la inmigración, en 20 años, serán más de la mitad de la población de Cataluña.
De modo que, dejando aparte el tema de la independencia, que igualmente carece de base histórica, en realidad esto se va a convertir en lo más parecido a algo que podríamos llamar el califato de Cataluña. Y es que de la inmigración los únicos partidos que han querido hablar han sido VOX y Alianza Catalana.
No han querido hablar de los impuestos, del malestar social, de la delincuencia, de la inmigración.
Pero la realidad es que nos vamos a convertir en un país árabe, que puede ser parecido a Afganistán, Irán, Palestina, Egipto, donde hay mucha opresión contra las mujeres, obligadas a ir tapadas, y mucha pobreza. O bien, puede que se abran a la civilización y el progreso, como el caso de los emiratos de Dubai, o Abu Dhabi, que tiene unas ciudades muy modernas y avanzadas, y deben su riqueza al petróleo y al turismo.
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