Ayer Pedro Sánchez en una entrevista a La Vanguardia, anunció que el próximo julio iba a sacar una nueva ley de medios de comunicación, para combatir los bulos, la maquinaria del fango, y la desinformación, y además para protección contra los insultos y ataques al honor. Incluiría limitaciones a la financiación de esos medios de comunicación que le fueran hostiles, además de fuertes sanciones que podrían llegar hasta los 100.000 euros. Lo que en realidad oculta es que es un verdadero atropello a la libertad de prensa, y a la libertad de expresión, que se supone amparadas por la Constitución. En otras palabras: Pedro Sánchez busca imponer la censura en España, para que los medios de comunicación sean a su gusto y también le sean afines, marginando a todos los demás.
De hecho, ayer el ministro Óscar Puente, en su cuenta de X ( el antiguo Twitter ) ha insultado al periodista Vito Quiles llamándolo “saco de mierda”, y amenazándolo con que se lo va a hacer pagar muy caro, encargándose personalmente. Esto venía a raíz de que Vito Quiles cubrió la noticia de que Oscar Puente había ido con su coche oficial de ministro al concierto de Taylor Swift, aparcando en la acera, cosa que está prohibida, y abusando de su condición de ministro haciendo vigilar su coche a los policías para evitar que se lo llevara la grúa o cualquier otra persona que estuviera por los alrededores para ir al concierto de la cantante norteamericana. Luego en otras fotografías comparativas, el periodista pudo demostrar que efectivamente era el vehículo que había usado Óscar Puente, para asistir a este concierto, con todo lo que supone de abuso del cargo gubernamental para asistir a un evento de carácter privado.
Como que un ministro del gobierno de España insulte y amenace públicamente a un periodista que hace su trabajo, es algo inapropiado, lo han criticado partidos como VOX, o como el PP que ha pedido la dimisión del ministro por esos modos insultantes. De hecho, el antiguo vicepresidente del gobierno español Pablo Iglesias, ya calificó a Óscar Puente de Macarra, por sus maneras broncas y vulgares.
Pero el caso es que Óscar Puente hubiera podido ser presidente del gobierno, ya que cuando lo de los 5 días que Pedro Sánchez se tomó para meditar su dimisión a raíz de las denuncias contra su esposa Begoña Gómez, el presidente ya había expresado que Óscar Puente era su favorito para sucederle.
De modo que si Pedro Sánchez hubiera dimitido, la vicepresidente primero María Jesús Montero, hubiera ejercido la presidencia en funciones, y a instancias del propio Pedro Sánchez hubieran propuesto a Óscar Puente para la investidura. Y si lo hubieran apoyado los mismos que apoyaron a Pedro Sánchez en su investidura, ahora Óscar Puente hubiera sido presidente del gobierno.
Y dado el historial y personalidad de Óscar Puente, ya os podéis imaginar el tipo de presidente del gobierno que hubiera sido, y creo que superando el récord de los peores, imposible. Porque tan deteriorada está la clase política española, que está falta de preparación y de valores que sean un buen ejemplo. Razón había en aquello de “Spain is different”.
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