Desde julio de 2024, por imperativo de la Agenda 2030 y la Unión Europea, es obligatorio que los tapones de plástico de las botellas vayan unidos al envase, lo cual provoca una sentida incomodidad.
No queda otro remedio que aplicar el truco de dar giros con el tapón de la botella, para debilitar el agarre, se suelte, y así poder beber con mayor comodidad.
Esos políticos no paran de jodernos con cada vez más innumerables absurdas normativas.
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