Antes
de Semana Santa, el gobierno Sánchez quiere
subir el precio del diésel, el combustible que usan muchos coches y casi todos
los camiones, y para recibir una partida de los llamados fondos de resiliencia
de 23900 millones de euros, que solo sirven para financiar derivados de
implementación de la Agenda 2030, que es lo mismo que las bases de la dictadura
camuflada comunista que nos quieren imponer en la Unión Europea. Dicen que es
para salvar el planeta, pero en realidad es para sacarnos más dinero. Si
aprueban esto, llenar el depósito de tu coche te costará más, y si eres
camionero, mucho más. ¿Y sabes qué? Ese dinero no se usará para mejorar las
carreteras, sino que irá a la Unión Europea y a financiar la Agenda 2030, un
plan que nos controla y nos hace más pobres.
Esto
no solo afecta a los que conducen. Todo lo que compras, como la comida, la ropa
o las consolas, llega en camión. Si el diésel sube, los camioneros pagan más,
las empresas suben los precios y tú acabas pagando más por todo. ¡Hasta tu
bocadillo será más caro!. Los camioneros, que son los que mueven el país, están
hartos, pues sus márgenes de ganancias cada vez se reducen más, en un entorno
brutalmente competitivo. En otros países ya han hecho huelgas por subidas así,
y aquí podría pasar lo mismo. Las pequeñas empresas, como la tienda de tu
barrio, también sufrirán. Más gastos en transporte significan menos ganancias y
algunas podrían cerrar.
Ahora
hablemos de la Agenda 2030, un plan de la ONU que dicen que es para mejorar el
mundo. Suena bien, pero es un desastre. Quieren quitarnos los coches y
obligarnos a usar transporte público que no siempre funciona y que además en la
práctica es muchísimo más caro e incómodo a la vez. ¿Te imaginas no poder ir al
centro en tu coche?. Pues eso planean. No quieren que se utilice el coche si es
un solo conductor, ponen muchísimas dificultades en obtener el carnet de
conducir, no te dejan circular por el interior de ciudades, y encima te hacen
pagar más impuestos por llenar el depósito. Además, ponen reglas absurdas a los
agricultores y ganaderos, cierran centrales nucleares que nos dan electricidad
barata y destrozan pantanos. Todo esto hace que los precios suban y que tu
dinero valga menos.
Y lo
peor de todo es que se basan en una mentira. Nos dicen que el cambio climático
y el CO2 son el enemigo, pero el CO2 es lo que las plantas necesitan para
vivir. Sin CO2, no hay comida, no hay vida. España apenas contamina, pero nos
castigan mientras otros países contaminan mucho más. ¡Es injusto!
Los
políticos que nos imponen estas reglas viajan en jets privados y viven de lujo,
mientras nos dicen que dejemos el coche. El impuesto al diésel no salva el
planeta, solo llena sus bolsillos, y además financian esta especie de dictadura
comunista camuflada que nos quieren imponer. Y la Agenda 2030 no es progreso,
es control. Nos quieren sin coches, sin libertad y pagando más por menos, y por
si no fuera bastante, pronto nos podrán robar todos nuestros ahorros con el euro
digital.
En
consecuencia, no nos podemos quedar callados ante este nuevo atropello. Los que
se vayan de vacaciones en Semana Santa con sus coches, lo van a notar más, y el
resto igual. Es lo que tiene votar a esos políticos que van contra nuestros
propios intereses, y de los cuales ninguno en sus programas electorales hablaba
de subir más impuestos, implementar el controlador euro digital, y restringir
cada vez más nuestras libertades, con políticas que nos llevan a empobrecernos
cada vez más y vivir con mayor inseguridad.
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