Tras
las exequias del papa Francisco, fallecido el 21 de abril de 2025, la Iglesia
Católica se prepara para un cónclave crucial, programado entre el 5 y el 10 de
mayo de 2025, donde 138 cardenales electores de 71 países elegirán al nuevo
líder de más de 1.300 millones de fieles.
La
Iglesia es una institución milenaria, nacida de la predicación de Jesús de
Nazaret, quien fundó el cristianismo y confió a Simón Pedro, uno de sus
apóstoles, la misión de guiar a sus seguidores. Según la tradición, Jesús dijo
a Pedro: “Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia” (Mateo 16:18).
Pedro, considerado el primer papa, fue martirizado en Roma bajo el emperador
Nerón alrededor del año 67 d.C., sentando las bases de la institución. Desde
entonces, 266 papas han sucedido a Pedro, liderando la Iglesia a través de
siglos de gloria, crisis y controversias. Aunque circula la leyenda de una
“papisa Juana”, una supuesta mujer que habría ejercido el papado disfrazada de
hombre en el siglo IX, los historiadores descartan esta historia como un mito
medieval sin fundamento. Sin embargo, la Iglesia no ha estado exenta de
episodios oscuros, como la Inquisición, que condenó a miles por herejía, además
de casos de corrupción, intrigas políticas, traiciones y asesinatos. Su
influencia en el poder político, desde reinos medievales hasta estados
modernos, ha sido innegable.
Inicialmente,
el símbolo del cristianismo era el pez, reflejo de la humildad de los primeros
cristianos, guíados por Pedro el pescador, el primer Papa. Sin embargo, en el
siglo IV, el emperador Constantino el Grande cambió esta tradición. Antes de la
batalla del Puente Milvio en el 312 d.C., Constantino tuvo una visión de una
cruz con la inscripción “In hoc signo vinces” (“Con este signo vencerás”). Tras
su victoria, convirtió el cristianismo en la religión oficial del Imperio
Romano, otorgando al clero un poder creciente. La cruz, asociada a la
crucifixión de Jesús y a la victoria de Constantino, reemplazó al pez como
emblema cristiano. Este símbolo también marcó las Cruzadas (siglos XI-XIII),
campañas militares contra los musulmanes en Tierra Santa, que consolidaron la
identidad cristiana frente a los “infieles”.
A
pesar de cismas históricos, como el Cisma de Oriente (1054) y el Cisma de
Occidente (1378-1417) en la que se llegó a tener a la vez hasta tres Papas, la
Iglesia Católica ha evolucionado con el tiempo. Hoy, en un mundo políticamente
polarizado entre soberanistas, que defienden la libertad y la tradición, y
globalistas totalitarios, asociados por algunos a los objetivos de la Agenda
2030 de la ONU, la Iglesia también refleja esta división. Por un lado, están
los tradicionalistas, que buscan una Iglesia centrada en el culto, la doctrina
y la difusión del Evangelio. Por otro, están los reformistas, influenciados por
el papa Francisco, quien promovió una Iglesia más inclusiva, abierta a temas
como la invasión inmigrante, el cambio climático y las bendiciones a parejas
homosexuales, medidas que algunos vinculan a una agenda globalista.
Varios
cardenales, como Robert Sarah y Raymond Leo Burke, han criticado el pontificado
de Francisco por considerar que se alejó de la ortodoxia tradicional,
dedicándose más a la política globalista de la Agenda 2030 en vez de a la
doctrina cristiana propiamente dicha. Advierten que, si el cónclave elige un
papa que continúe esta línea, podría desencadenarse un cisma en la Iglesia,
dividiendo aún más a los fieles entre quienes defienden la tradición y quienes
abogan por la línea globalista. El cónclave de 2025, con una mayoría de
cardenales nombrados por Francisco, será decisivo para determinar el rumbo de
la Iglesia en un mundo en transformación.
Os
dejo con un enlace que os llevará a la reciente película "Cónclave",
el tema de esos días, por si la deseáis ver y tener más claro de qué va dicho
cónclave en la Santa Sede, en esos momentos, sede vacante:
https://drive.google.com/file/d/1KU83jwnFsw4yo9bWqcDhoEZvpSXK1PSm/view?usp=sharing
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