Ursula
von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha señalado que los aranceles
impuestos por Donald Trump provocarán un aumento de precios, inflación e
impuestos en Europa. Sin embargo, sus críticos argumentan que esto es solo una
excusa para justificar las consecuencias de sus propias políticas, que han
restringido libertades, elevado los impuestos y encarecido la vida de los
ciudadanos.
Las
decisiones de Von der Leyen, según esta perspectiva, han generado un entorno
económico complicado en la Unión Europea. A menudo, ella atribuye los problemas
a factores externos como Vladimir Putin, el cambio climático o, más
recientemente, los aranceles de Trump. Pero, ¿qué son exactamente estos
aranceles?. En esencia, funcionan como un impuesto adicional sobre los
productos importados. En Europa, además de los aranceles, ya existe una carga
fiscal significativa, como el IVA, que no se aplica en Estados Unidos, donde
los impuestos son generalmente más bajos. Esto marca una diferencia notable
entre ambas economías, sobretodo si se trata de competir y ser los más
punteros.
Históricamente,
muchos países han impuesto aranceles a las exportaciones estadounidenses, lo
que ha llevado a Trump a responder con medidas similares. Sin embargo, estos
aranceles estadounidenses suelen ser más moderados en comparación con los de
otros lugares, de hasta aparentemente la mitad. Frente a esta situación,
algunos líderes, como Javier Milei en Argentina, han optado por negociar con
Trump para eliminar aranceles tanto en importaciones como en exportaciones,
buscando un comercio más equilibrado y acordando el cero aranceles entre ambos
países. En cambio, en Europa, Von der Leyen parece inclinarse por usar esta
coyuntura como una oportunidad para aumentar impuestos y financiar proyectos
controvertidos, como la carrera armamentística, la Agenda 2030 o los costes
asociados a la inmigración ilegal.
Sus
detractores también la acusan de valerse de los medios de comunicación, a los
que consideran una herramienta de propaganda financiada, para culpar a Trump de
los problemas económicos. Según esta visión, muchos ciudadanos completamente
desinformados aceptan estas explicaciones sin cuestionarlas, mientras la calidad
de vida en Europa sigue deteriorándose.
Para
cerrar con una nota diferente, aproveché mi visita a La Escala, en la Costa
Brava, para mostraros su mercado dominical. Podréis ver la fachada de la
Iglesia de San Pedro, y el mar, en tal día un poco ventoso como el 6 de abril
de 2025. Este tradicional evento ofrece un contraste interesante: un espacio de
comercio local y sencillo frente a las complejas dinámicas económicas globales
que afectan nuestro día a día, y que han
hecho que la gente tenga cada vez menor poder de compra por la pérdida de su
poder adquisitivo que provocan los actuales políticos de la Agenda 2030.
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