Nadia
Calviño ha sido destinada al Banco Europeo de Inversiones, donde tendrá mejor
sueldo y prebendas, y el vacío de su cartera ministerial de economía pasa a
manos de Carlos Cuerpo Caballero, que ya se ha estrenado con mal pie al
declarar que condonar la deuda contribuye a la sostenibilidad de la deuda del
Estado, ya que nadie considera que los duros se revaloricen en cuatro pesetas,
y que las deudas públicas nadie se escapa de pagarlas.
María Jesús
Montero ha sido ascendida a vicepresidenta primero, la persona con más poder
después del propio Pedro Sánchez, con la cartera de Hacienda. Y es la que dijo
que “el gobierno no va a subir los impuestos a la clase media ni a la clase
trabajadora”, cuando la realidad es muy distinta, y todo apunta a que
inevitablemente va a tener que subir mucho más los impuestos. José Luis
Escrivá, el ex ministro de Seguridad Social e Inmigración, pasa a
“transformación digital”, con todo lo que puede representar de controlarnos a
todos cada vez más con los medios digitales, aunque lo suyo es un ministerio
sin mucho peso, con lo que tendrá tiempo de sobras para tocarse las pelotas.
Se trata,
pues, de unos departamentos económicos encaminados a hacer operativa la Agenda
2030, con más subidas de impuestos, y maltratando tanto la economía como la
producción de energía, que nos terminará llevando a una situación peor. No
obstante en junio de 2024 van a haber elecciones al parlamento europeo, que
puede hacer cambiar el mapa político, y con ello la posibilidad de formar un
muro de contención contra la nefasta Agenda 2030 que tanto recorta nuestras
libertades y nos empobrece cada vez más.
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