Esta
reciente ley impuesta por directiva europea y por el gobierno de Pedro Sánchez,
con la complicidad especial de ERC y el PNV, contó con la abstención del PP, y
con la oposición y rechazo total de VOX, porque consideraba que vulneraba la
libertad de expresión de los particulares que crean contenido, así como la
pluralidad de información e ideas, y la competencia entre los propios
influencers con el resto de los medios audiovisuales como son las cadenas de
televisión. De hecho, al vulnerar esa libertad de expresión, VOX ha recurrido
al Tribunal Constitucional para que se pronuncie, mientras de momento está ley
está en vigor.
Esta ley obliga a registrarse, pasando por
tragarse una enormidad de burocracias, y no te deja hablar de prácticamente
nada, con las excusas de que no se puede hablar de razas, sexo, religión,
ideologías, dogmas, etc…. sobre cualquier persona o grupo, o sobrecualquier
tema. Y te obligan a toda una serie de exigencias e indicaciones legales, que
no solo atentan contra la creatividad y la libertad de expresión, sino que
además desmotiva a cualquiera que quiera crear y subir cualquier tipo de
contenido. Y por si fuera poco, las sanciones son de auténtico atraco con las
que el youtuber se expone a quedar totalmente arruinado.
Esta ley es, por tanto, una ley de represiva
censura encubierta, y que al mismo tiempo también tiene una finalidad
recaudatoria para exprimir a los influencers o you tubers más talentosos que
consigan más seguidores y visualizaciones por la alta calidad de su contenido
audiovisual, y con ello ganen algun dinero. En otras palabras, es un atentado
contra las libertades individuales y de iniciativa, que busca proteger solo a
los que estén por convertirse en los voceros o estén en la línea
propagandística del gobierno o de las imposiciones de Bruselas que es eso que
llaman “corrección política” ( que de correcto no tiene absolutamente nada), y
que tiene como marco de fondo los propósitos de la Agenda 2030.
Quieren
tener a todos controlados, le tienen miedo a los que piensan con criterios
propios y con sentido de la crítica, y tener a la población completamente
desinformada y desorientada, para manipularla y tenerla mejor controlada. Esto
es lo que suele hacer las dictaduras que no respetan en nada las libertades
individuales ni la diversidad de opiniones. Y eso es algo que todos tenemos que
impedir, cada uno dentro de sus propias posibilidades.
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