Desde
los albores de la civilización humana, del trueque se pasó a la invención del
dinero. En principio eran monedas a las que se le daba un valor con el aval del
Estado o del poder religioso. Luego se inventó el papel, y más tarde la
imprenta, que llevó al uso más cómo del uso de los billetes, y con ello la
especialización de los primeros negocios bancarios para transferencias en
lugares lejanos y por valor de grandes cantidades. Esta evolución del uso del
dinero, facilitó el comercio y la producción industrial de los que se
beneficiaban los distintos mercados, y con ello las necesidades de los
consumidores.
En
la actualidad con la implantación del dinero digital, y el interés político en
que solo se utilice el dinero digital basado en anotaciones informáticas en una
cuenta bancaria, que igual puede ser virtual, y haciendo las operaciones
mediante movimientos que utilizan internet, y alimentados por electricidad, se
corre el muy serio riesgo de perder las libertades.
Porque
si desaparece el dinero en efectivo, vamos a estar todos completamente
controlados, y con ello podemos perder completamente las libertades, y quedando
bajo control político, o de quien tenga acceso a los medios digitales.
Es verdad que ka digitalización ha conllevado
sus ventajas y comodidades, pero también es un riesgo muy serio de pasar a
estar completamente controlados y perder las libertades. Por eso es necesario
el derecho de utilización y disposición, tanto de dinero digital ( por sus
ventajas), como de dinero en efectivo para no perder las libertades y estar a
salvo de los posibles riesgos a los que se expone el dinero digital. Es algo
que se debería de garantizar por leyes superiores, de rango casi equivalente a
la Constitución: la salvaguarda de la propiedad privada, y de las libertades
individuales, y con ello el dinero en efectivo para preservar el control a la
intimidad y privacidad que todos tienen derecho, y con ello disponer de
recursos propios que de otro modo podrían estar en manos de terceros aunque
teóricamente nos pertenecieran.
El
dinero digital obligando e implementando a todos los ciudadanos, es uno de los
propósitos más de la Agenda 2030, que busca controlar a todos, y que debemos de
estar alerta porque no conlleva nada beneficioso para los ciudadanos, y sí
tiene mucho de terrorífico. Lo de “no tendrás nada y serás feliz”, nos puede
llevar a la pobreza y la opresión, pues nadie es feliz si no puede tener
propiedades ni desarrollarse en libertad.
Es
importante que se sepan esas cosas, porque de ello no hablan las televisiones,
ya que no interesa a los políticos que se sepa, ya que para ellos si pueden
controlar a todos los ciudadanos mediante el uso del dinero digital, mejor les
va.
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