Por fin, ha llegado el día que el presidente del gobierno Pedro Sánchez tendrá que declarar sobre el caso de corrupción en los negocios y tráfico de influencias que salpica a su esposa Begoña Gómez, en calidad de testigo.
La declaración se realizará en el Palacio de la Moncloa, con un equipo judicial que auxiliará al juez Juan Carlos Peinado para la toma de la declaración del presidente del gobierno en calidad de testigo.
No solo se trata de un presunto caso de corrupción, sino es que además Pedro Sánchez está llevando a España por la senda de su propia desgracia: la vende a los separatistas, hace que cada vez haya más delincuencia, no pone freno a la invasión inmigrante, hace que los precios de los alimentos y demás necesidades básicas no paren de subir ( y lo mismo los impuestos), compra los medios y busca implantar una censura a su medida, etc… Por esto sería importante y bueno para España que Pedro Sánchez, que se aferra al poder a cualquier precio, pudiera caer, tanto sea por lo judicial o por lo político.
Lo malo es que si el poder lo acaba tomando Alberto Núñez Feijóo, seguirá aplicando las mismas políticas de Pedro Sánchez, basadas en el globalismo y la Agenda 2030, consintiendo la invasión inmigrante y la tolerancia hacia la delincuencia, y la aplicación de una censura gubernamental que no respetara la libertad de comunicación y de expresión.
Sólo Santiago Abascal puede salvar España del camino hacia la perdición en el cual nos han metido.
Por esto, para empezar, ya sería bueno que Pedro Sánchez cayera del gobierno. Y por esto incluso para la testifical de hoy del presidente del gobierno, se ha convocado una manifestación delante del Palacio de la Moncloa para mostrar el rechazo ciudadano contra Pedro Sánchez.
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