Mientras en España nos derriban los pantanos para no tener agua ni energía hidroeléctrica, vuelan centrales térmicas que van con carbón, gas, o combustible hidrocarburo, o cierran centrales nucleares, en otros países están desarrollando la obtención de otras fuentes de energía limpia e inagotable.
En España, por imposición de la dictatorial Agenda 2030, solo nos consienten lo que llaman energías renovables o sostenibles, con la excusa de salvar el planeta, el cambio climático o lo de las emisiones de carbono. De este tipo de energías solo hay la solar y la eolítica, que son insuficientes e inciertas porque cuando no hace sol o no hace viento, ¿de dónde se va a obtener la electricidad?.
En el suelo de la luna hay abundancia de helio 3, que puede ser un material para la fusión nuclear que genere abundante energía eléctrica, y además muy limpia. Tan solo con el condensado de helio que ocuparía el volumen del contenedor de un camión mediano, se podría obtener unas 50.000 veces la energía eléctrica que se consume anualmente en todo el mundo. Y para esto solo se precisaría una central nuclear de fusión.
Por esto China está muy interesada en la explotación de helio 3 en la luna, de lo cual va a necesitar investigar y formar la infraestructura, tanto en maquinaria, como en robots, programas informáticos, y los medios humanos para supervisar. Se calcula una inversión entre 100.000 y 500.000 millones de euros, su coste aproximado. Y podría a empezar a ser una realidad a partir del año 2050, y no solo por la obtención de helio 3 que solucionaría el problema de la energía, sino también para el aprovechamiento de otros recursos minerales disponibles en la luna.
Por esto, aparte de China, también están interesados Estados Unidos, Rusia, Japón, Francia, Alemania, Inglaterra, entre otras naciones, que siguen construyendo centrales nucleares para abastecer sus necesidades de energía, pero que es algo que se esconde a España y se le está poniendo todo tipo de obstáculos para que no pueda apuntarse al tren del avance tecnológico.
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