Hoy el presidente del gobierno Pedro Sánchez ha anunciado que se volverá a presentar a la reelección como secretario general del PSOE en un Congreso a celebrar el próximo noviembre.
Se han pedido explicaciones sobre el llamado “Cupo Catalán”, plasmado en el acuerdo PSC-ERC que ha llevado a Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat, y que se basa en todos los impuestos de Cataluña para Cataluña, el reconocimiento de la propia Cataluña como nación, y la imposición del catalán por las buenas o por las malas.
Este pacto entre ERC ha suscitado muchas críticas, con el desacuerdo de varios importantes barones del PSOE, que desde el Comité Ejecutivo Federal presidido por Pedro Sánchez, se ha buscado de acallar o de minimizarlo al máximo. Emiliano García Page, presidente de la comunidad de Castilla-La Mancha, ha solicitado una copia del acuerdo entre ERC y PSC, que no se le ha facilitado, y del que se trata de taparlo al máximo para que los ciudadanos no estén informados sobre de qué va, y así dejarlos confundidos y que no se enteren del enorme coste económico en más impuestos y en una España más dividida y desmembrada.
De hecho, hace unos días en el Senado, se le preguntó a la vicepresidente de Hacienda María Jesús Montero sobre esta supuesta “financiación singular” de Cataluña contemplada en el acuerdo ERC y PSC, de lo que contestó que lo que está escrito con sus puntos y comas, es lo que está escrito, y lo que no, pues que no,…..sin dar más explicaciones. Lo que dice todo sobre la ambigüedad en la exposición y lo poco transparente que se muestra a priori ante un modelo de financiación que muy posiblemente con el tiempo acabe por considerarse inconstitucional y discriminatorio entre las diversas comunidades autónomas.
Por otra parte, el expuesto propósito de Pedro Sánchez de que las comunidades autónomas puedan tener más recursos y llegar a formar un país federal, en realidad se traduce en muchísimos más impuestos de lo que ya tienen que soportar los ciudadanos españoles. Una broma, una especie de truño político y legislativo, que aparte de que puede ser inconstitucional, además nos puede acabar por salir muy caro a todos los españoles.
Y todo esto para satisfacer la insaciable ambición de poder de Pedro Sánchez, de mantenerse por más tiempo en La Moncloa, y convertir a España en un país dividido, empobrecido, desigual y donde impera la injusticia y el enfrentamiento, que si es posible y con un poco de suerte le permita llegar a convertirse en Dictador de España, acaparando todos los poderes ( o casi todos). Un precio que nos va a salir muy caro a todos los españoles, con todo lo que implica de daño en la economía, división de la sociedad española, pérdida de libertades, y empobrecimiento generalizado. Y en consecuencia, es algo que no podemos permitir.
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