miércoles, 30 de octubre de 2024

DILUVIO EN EL LEVANTE ESPAÑOL



Ha llegado una desgracia en la zona del levante español, en especial la parte valenciana. Se ha visto por la televisión y han circulado por las redes imágenes que son testimonios de esta tragedia y ese desastre: aguas arrasando calles y con esto coches aparcados, viviendas inundadas, puentes a punto de derrumbarse por la fuerza del agua, carreteras cortadas, rescate de personas que quedaban atrapadas, etc…, todo un desastre y una tragedia.

 

Lo que más me ha impactado es ver una residencia de ancianos, algunos sentados en silla de ruedas, y que el agua les llegaba hasta la altura del vientre, allí dejados a su suerte, impotentes que no podían hacer nada, y con el frío que debían de soportar del agua enlodada, el miedo, la angustia, y los problemas de salud que tienen para soportar una situación así. Unas imágenes muy crudas y crueles.

 

Claro, cuando ocurren desgracias, siempre he dicho que hay que ver el más y el menos que se tiene, los que tienen más suerte y los que tienen menos suerte, para entender en qué situación se encuentra uno metido. Han sido unas inundaciones en la que mucha gente han perdido la vivienda, el negocio, el trabajo, y en consecuencia se han arruinado miles de personas y han quedado en la desesperación. Lo peor es haber perdido la vida, de las cuales mucha gente así ha quedado. Ha sido una inundación que ha provocado un desastre inesperado, y se ha cobrado sus víctimas.

Pero hay cosas peores: la guerra, como se está sufriendo en Gaza o en Ucrania. O que se soltara una bomba nuclear.

 

De una inundación, lo más importante es salvar la vida, y luego volver a rehacerla, partiendo otra vez desde cero, por muy desesperado y marcado que se quede uno. No sé cómo se debe de sentir arrastrado por una corriente de agua embarrada, pero saber nadar es importante.

 

De estas catástrofes, cuando se viven en carne propia y se logra sobrevivir, se aprende. Si se tiene bastante dinero ahorrado, se vuelve a limpiar y reparar la casa, comprar nuevo mobiliario, electrodomésticos, y un coche,….cosa que hace reactivar la economía y crea puestos de trabajo dinamizando los negocios. Si no se tiene dinero, uno se ve en la ruina, y muy mal. Por esto es muy importante saber ahorrar para prevenir situaciones desgraciadas que puedan surgir.

 

Ahora ha salido Pedro Sánchez y dice que, consciente de que tras los daños materiales hay décadas de esfuerzo de los ciudadanos afectados, va a poner los recursos del Estado y de la Unión Europea para ayudarles. Una bonita promesa de la cual antes hay que preguntarse por otros desastres que ocurrieron, como el terremoto de Lorca, el ciclon Filomena, el volcán de Las Palmas, etc…, que las ayudas llegaron tarde ( e incluso en algunos casos ni llegaron), además de mal y en menos de lo que se esperaba. Por ejemplo, a los damnificados por el volcán de Las Palmas, y se quedaron sin vivienda, les pusieron unos contenedores a modo de vivienda, pero esto no es una manera digna de proporcionar alojamiento, porque cuando hace calor es como si fuera un horno, y cuando hace frío, se siente mucho más. La contradicción es que a esa gente no les llegó las ayudas de una manera justa y en condiciones dignas, pero si han puesto cientos de miles de millones para trasladar inmigrantes ilegales, en barcos de salvamento marítimo, en aviones y autobuses fletados, para alojarlos en hoteles de cuatro o cinco estrellas a pensión completa, proporcionándoles buena ropa, móviles, dinero, etc… Y esto contradice con que no hay dinero para residencias de nuestros ancianos, y no hay dinero para sanidad tanto para la atención médica adecuada como para los tratamientos quirúrgicos o de recuperación traumatológica.

 

Hay un problema con la promesa de Pedro Sánchez de que va a ayudar a todos y en todo el tiempo necesario: todavía no se han aprobado los presupuestos generales del Estado 2025. La Constitución dice que tienen que tener preparados y presentados al Congreso antes de 3 meses de que termine el año, y si se llega al primer día del año siguiente, se prorrogan los últimos anteriores ( y eso que ya llevamos prorrogados los de 2023). ¿De dónde se va a sacar el dinero?.

 

Se dice que existe un fondo de emergencia dotado de casi 4000 millones de euros ( no llega a esa cantidad), y que los fondos europeos para catástrofes son unos 1200 millones de euros ( precisamente el equivalente a la última ayuda en dinero que Pedro Sánchez ha entregado al gobierno de Ucrania para se siga con esa guerra de matarse entre los rusos).  Todo un dinero que sale de nuestros impuestos. Y además lo que sí que hay oficialmente es una deuda pública que ya casi se contabiliza en un billon sietecientos mil millones de euros. De toda ayuda de la que se hable, significa aún más impuestos para poder pagarlo, pese a que ya estamos muy sangrados a impuestos.

 

Pero estas desgracias, en realidad no les preocupan para nada a los políticos, que solo están para sus luchas por el poder y lo de lucrarse al máximo aprovechando las instituciones públicas. Y por esto hay tanta corrupción y tantas leyes injustas.

 

La Seguridad Social se creó para que fuera la solidaridad de los españoles con el resto de los otros españoles caídos en desgracia, fuera por enfermedad, accidente, desempleo, vejez, y también tendría que cubrir catástrofes. Con esto todos los españoles contribuyen con esta solidaridad, pero se ha desvirtualizado: se usa ese dinero para mantener a parásitos, para mantener inmigrantes ilegales y sus familias, etc… Porque no se entiende que las ayudas no lleguen a los españoles que los necesitan, pese a haber trabajado y pagado impuestos siempre, y se las tengan que dar a inmigrantes ilegales que no aportan absolutamente nada.

 

Pedro Sánchez, en vez de prometer lo que ya se prevé que no va a cumplir, debería ponerse el mono, las botas, y el casco, y como hacia el tenista Rafael Nadal cuando las inundaciones de Mallorca, ayudar con una pala a quitar el barro, y así vivir el carne propia el sufrimiento que ha supuesto para la gente afectada. Pero esto es algo de la que la gente tendrá que salirse por sí sola.

 

Creo que ante unas desgracias así, una vez se supera el stock y la desesperación, la gente aprende y se vuelve más realista, sabiendo que no se puede esperar nada bueno de los políticos. Aprende a rehacer su vida, a buscarse otro lugar para vivir más seguro, a buscarse otro trabajo, a volver a empezar otra vez de cero, y a base de trabajos y constancia vuelve a salir otra vez adelante.

 

Las compañías de seguros van a perder bastante dinero. Las gentes con hipotecas tienen obligación de tener un seguro de viviendas. Y en todo caso los que tengan seguros de vivienda, van a percibir mucho menos dinero de lo que en realidad valen. Y en todo lo demás los límites de lo que tengan asegurado con las compañías, sea negocio empresarial, vehículo, seguro de salud, seguro de vida, etc…

 

Se habla de mucha solidaridad, pero en la España actual de leyes tan injustas, nunca se sabe si se puede transformar en una picaresca. Por esto la solidaridad tiene que venir del Estado, en la forma de la Seguridad Social, que también debería de cubrir a los afectados de catástrofes. Mucha gente se habrá quedado sin hogar, y por tanto será de la más vulnerable, que los propietarios de viviendas vacías al no tener garantías respaldas por la ley, no van a querer alquilar. Cosa que por otra parte al incrementarse la masa de gente que necesita vivienda, esto hará que aún suban mucho más los alquileres y las viviendas. Y esto contradice con que el gobierno Sánchez aloja en hoteles de lujo a miles de inmigrantes ilegales, que se paga con los impuestos que nos roban a todos, y aparte quiere legalizar a más de 700.000 inmigrantes ilegales, lo cual es toda una contradicción cuando pronto vamos a ver que los servicios sociales lo van a tener bastante complicado y difícil para ayudar a los damnificados de las inundaciones de Valencia y demás lugares del Levante Español.

 

La gente tendrá que aprender por su propia cuenta de que tiene que salir adelante con trabajos y sacrificios, y desconfiar de los políticos que para nada les importan los problemas de los ciudadanos, porque solo están por las luchas por el poder y para lucrarse al máximo con las instituciones públicas, sin importarles incluso que se genere la corrupción. Si fueran políticos realmente al servicio de los ciudadanos harían buenas leyes, procurarían buenos servicios públicos, y la delincuencia sería muy castigada, sobretodo la de los propios políticos o funcionarios.


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