Tumbado del llamado “decreto ómnibus”, Pedro Sánchez ha tenido que reunir a su gabinete de ministros y sacar adelante otro nuevo decreto con menos medidas (pues el anterior tenía aproximadamente 80 y tantas, y el actual parece que tiene unas 29).
Ha salvado la subida de pensiones, ayudas al transporte público, ayudas a damnificados de Valencia y del volcán de Canarias, y protección a los okupas e inquilinokupas ( que además les ayudará con un fondo estatal para hacerse cargo de las insolvencias de inquilinos y el pago de la renta para propietarios). Lo malo es que se regala el palacete del patrimonio nacional que hay en París, al partido político PNV, de lo cual el otro partido VOX ha puesto querella al gobierno por esta concesión.
Se han eliminado la terrorífica medida de que en aras a una mayor censura, se metan funcionarios con particulares de medios de comunicación o que están en redes sociales, en sus propios domicilios y con terribles sanciones de hasta 600.000 euros de multas. También se ha quitado financiación pública a favor de MENAS, la compra de un vehículo eléctrico en subvenciones, o determinados chiringuitos, entre otras cosas.
El líder del PP Alberto Núñez Feijóo ha hablado de su propuesta de creación de un fondo estatal para pagar la renta mensual a los propietarios de los inquilinos insolventes o que no quieran pagar. Con esto demuestra que está haciendo políticas mucho más socialistas que las del propio Pedro Sánchez, porque este fondo estatal se tendrá que pagar con más dinero de los impuestos de todos los ciudadanos, que es lo mismo que obligarles a pagar lo que los inquilinos no quieran pagar al propietario. Pero hay que andarse con cuidado porque aunque esto se hace para que sea el Estado el que pague a los propietarios la renta que no desean pagar los inquilinokupas, la medida está hecha para evitar los desalojos y que con ello mucha gente duerma tirada por las calles, pero no garantiza a los propietarios la devolución de su inmueble si ellos lo desean una vez cumplidos los plazos firmados en los contratos.
Falta que este nuevo decreto se convalide en el congreso, pero podría ser que Junts volviera a no apoyarlo, ya que el compromiso con su apoyo ahora es que Pedro Sánchez se tiene que someter a una moción de confianza, que igual se somete como no se somete, ya que esto es facultad del presidente del gobierno tras plantearlo en el consejo de ministros. Y si Pedro Sánchez no consigue la moción de confianza porque ni siquiera logra sacar mayoría simple, el parlamento tendrá que proponer otro candidato a la presidencia del gobierno, que si tampoco consigue suficiente confianza, automáticamente se tendrán que convocar nuevas elecciones.
Igual Pedro Sánchez, aunque ha dicho que no es necesaria la moción de confianza que le exige Junts, igual no se somete a esta moción de confianza y convoca nuevas elecciones anticipadas, sabiendo que es muy posible que pierda esa moción de confianza.
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