Pedro Sánchez no quiso
asistir al funeral del Papa Francisco, según se especula, por los rumores de
divorcio de su esposa imputada en diversos delitos, y porque no soporta tener
un protagonismo de segunda, tercera o cuarta fila.
Sus dos vicepresidentas,
María Jesús Montero y Yolanda Díaz, asistieron en representación del gobierno
español. Y en los asientos de autoridades donde estaban, ambas se sacaron un
selfie de recuerdo, sonrientes y divertidas, cuando un funeral exige
comportarse con seriedad, decora y respeto. Con ello se pudo demostrar el nivel
de los miembros del gobierno español de Pedro Sánchez, y con todo lo que supone
de desprestigio.
Tan mal se dan en la
gobernanza que por parte de Yolanda Díaz se ha impedido que el gobierno Sánchez
comprara balas a los fabricantes israelíes, so pena de romper el gobierno de
coalición. Pero el caso es que ahora se deberá de indemnizar a la empresa
israelí, y quedarse sin balas con las que proveer a las fuerzas de orden
público. Todo ello por aferrarse a un ideología, y a carecer de sentido común.
Este gasto, naturalmente, va a correr por cuenta de los contribuyentes
españoles con los que se no se les para de expoliar y asfixiar con impuestos cada
vez mayores y más numerosos. Es un ejemplo más del mal gobierno que tenemos en
España, y que queda en ridículo y desacredito a nivel internacional.
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