Lo de ayer de la entrevista de Pedro Sánchez en
televisión española, a las nueve de la noche, la hora de mayor audiencia en la
que casi todos están cenando delante de la televisión, se notó que todo iba
preparado.
Igual que como el comunicado que hizo desde la
escalara del Palacio de la Moncloa ante las cámaras de televisión, haciendo una
grabación, que se supone previamente ensayada, lo de la entrevista de ayer me
pareció otro tanto de lo mismo.
Parece que la entrevista ya fue grabada y no fue
exactamente en directo, y en todo caso fue grabada previamente, que es lo mismo
que decir ensayada, ante dos periodistas que son de su misma cuerda, y de los
que ya debía de conocer previamente las preguntas y tenía preparadas las
respuestas. Estos periodistas fueron Xavier Fortes y Marta Carazo, que le
agradecieron la entrevista en nombre de los 6500 trabajadores de RTVE, que es
lo mismo que decir los 6500 enchufados que viven muy bien de una televisión que
cuya razón de existir es ser el aparado de propaganda camuflado del gobierno.
Lo digo porque hoy en día cualquier ciudadano con su propio móvil y una cuenta
de You Tube, ya tiene su propia televisión; y si requiere algo más, pues un
simple equipo de cinco personas, por ejemplo, podrían llevar toda una simple
plataforma televisiva que podría competir con la RTVE de los 6500 enchufados,
que supone miles de millones de los contribuyentes, que apenas ni la ven por lo
muy manipulada y la forma segada en la que dan las informaciones o
programaciones.
Le hicieron pregunta en que los periodistas parecían
llevarle al terreno de lo del asalto al poder judicial y los medios de
comunicación, y se las excusó de muy respetuoso con la separación de poderes y
que él está a favor de la libertad de expresión, aunque añadiendo la palabra
fango, bastante repetida, al referirse a todo lo que le es contrario y busca
eliminar o poner los limites. Le preguntaron sobre por qué no fueron los
periodistas a su comunicado para hacerle preguntas, y respondió que ahora hace
la entrevista en la televisión pública ( la que según él es de todos),y que hoy
dará una entrevista en la SER ( otra emisora afín a Pedro Sánchez), y que va a
dar muchas entrevistas en distintos medios televisivos. Todos los políticos son buenos actores, y lo
de los 5 días de reflexión han servido para estudiarse el guión del próximo
teatro y las entrevistas a dar. Se está montando una película en la que
eclipsar la campaña electoral, para estar de modo permanente en los focos, y
hacer de las entrevistas unos auténticos mitines a su favor. Va bien preparado
e informado sobre las preguntas críticas con las que le van a abordar, y la
televisión emite en el horario de máxima audiencia, procurando dar una imagen
de presidente transparente, dialogante, demócrata, y abierto con la libertad de
expresión ( aunque sea puro teatro). Cualquier actor medianamente bueno de
Hollywood se sale ante una entrevista así, sabiendo expresar las convenientes
emociones en la cara. Estas entrevistas televisivas, hoy en día las puede
preparar cualquier Inteligencia Artificial metiéndole los datos y las
indicaciones de los mensajes que quiere que salgan de esta entrevista.
Ya el peligro que hay ahora es que Pedro Sánchez
pronto tome el asalto a la independencia judicial y a los medios de
comunicación social, tal como advirtió el ex presidente José Maria Aznar, que
desde luego no lo vais a ver en los telediarios. Con la excusa de la
desinformación, los bulos, la difamación,….todo aquello que no le guste ni
comulgue con sus ruedas de molino lo tacha de “fango”, o bien del cordón
sanitario que quiere formar y llama “ultraderecha”.
El líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo está muy
blando, y más bien, como siempre, casi parece que protege a Pedro Sánchez. Si no es tan directo como José María Aznar,
que ha expresado su miedo y preocupación por el asanto al poder judicial y a
los medios de comunicación, es porque tiene complicidad con Pedro Sánchez, con
quien se supone que se entiende mejor que con Abascal, y es así porque tanto el
PP como el PSOE ambos son Agenda 2030, es decir, socialistas o
social-democratas, que hoy en día es prácticamente lo mismo.
Cuando Rodríguez Zapatero dejó a España hundida con
millones de parados por la crisis financiera-inmobiliaria de 2008, a finales de
2011 Mariano Rajoy ganó con mayoría absoluta por aquello de más empleo y menos
impuestos, pero en la práctica dejó de ser conservador para convertirse en
social-demócrata, y gobernando solo para beneficiar a los pensionistas y a los
funcionarios, y no por los millones de trabajadores en el paro y en empresas en
la cuerda floja. Desde entonces el PP se ha convertido en una continuación del
PSOE.
Y ahora ¿qué ocurre?, pues que tanto PP como PSOE, es
decir, tanto Núñez Feijóo como Pedro Sánchez son Agenda 2030, y ambos quieren
controlar tanto el poder judicial como los medios de comunicación. Y esta ley
de asalto al poder judicial que está preparando Pedro Sánchez, así como la de
poner límites y censuras a los medios de comunicación y a las redes sociales,
son dos cosas que también le interesa poder disponer a Alberto Núñez Feijóo si
consigue ser el próximo presidente del gobierno.
Por lo menos VOX ha interpuesto otra denuncia más
contra Begoña Gómez, en un intento de que Pedro Sánchez no consiga monopolizar
del todo a su favor todo el aparato judicial con el que pretende tener el
máximo control posible.
Y por otra parte, ante una cosa así de tomarse 5 días
para reflexionar sobre si dimite o no, quedaría mejor una entrevista a tres o
cuatro bandas, donde también estuvieran presentes Alberto Núñez Feijóo,
Santiago Abascal, y Yolanda Diaz, para que fuera una escena mucho más
auténtica.
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