Las redes están que arden con todos los influencers hablando sobre la continuidad de Pedro Sánchez, tras cinco días meditando si iba a dimitir, tal como pareció indicar en la carta con la que se dirigió a la ciudadanía.
Se resalta lo que ya temía José María Aznar, que va a dar el asalto al poder judicial y a los medios de comunicación. José María Aznar fue ocho años presidente del gobierno de España, y sabe de lo que habla.
Estaba claro que en estos cinco días de reflexión ya sabía que no iba a dimitir, y ha sido una maniobra de distracción para ganar tiempo en sus pretensiones. Quizás tenga a punto las leyes de controlar el poder judicial, y el poder mediático, con lo cual ya no existirá la independencia judicial, y en los medios mediáticos regirá una censura a su medida y una total falta de libertad de expresión, buscando perseguir a los disidentes.
Fijaos que esta mañana ha ido a ver al Rey, para hacer el paripé de que ya ha terminado su jornada de reflexión, y desde la escalinata del Palacio de la Moncloa, sin ningún periodista que pudiera preguntar nada, diciendo que no iba a dimitir, sino a continuar con más fuerza si cabe en la ostentación de la presidencia del gobierno. Empezó diciendo un “buenas tardes”, lo que ya de entrada dio la pista de que aquello había sido un ensayo grabado previamente ( quizás a la tarde de ayer).
Cuando los presidentes del gobierno tienen miedo a las preguntas de los periodistas, que pueden preguntar cualquier cosa para tener claro cualquier inquietud como ciudadano, es que no son honestos y además son sospechosos de intenciones que no van a ser claras. Lo hacen porque temen decir cosas que comprometan la imagen que desean que los ciudadanos tengan de ellos, que naturalmente es falsa.
Ya lo hacía Mariano Rajoy, que daba las ruedas de prensa o comunicados a través de un plasma, un televisor, para evitar las preguntas incómodas de los periodistas. Y dejando aparte que solo escogen a periodistas acreditados, de los cuales al parecer ya saben qué preguntas les van a hacer y van preparados para responder.
Pero bueno, si ya va contra la prensa, es lógico que no conceda ruedas de prensa totalmente abiertas y libres, sino que hace simples comunicados sin periodistas, o bien con periodistas seleccionados de los que ya saben de antemano lo que les van a preguntar. Con esto no vale la pluralidad informativa ni la libertad de expresión.
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