Don Juan Negrín López, nació en Las Islas Canarias, en el
mismo año que nació Francisco Franco.
De familia acomodada, fue un brillante estudiante, que luego
se trasladaría a Alemania para seguir con sus estudios de medicina, en concreto
fisiología. Dominaba varios idiomas y era un profundo intelectual.
Se sensibilizó por la situación económico y social de
España, y se convirtió en activista político, afiliándose al PSOE de la mano de
Indalecio Prieto.
Sería ministro de Hacienda en los gobiernos de Manuel Azaña
y de Francisco Largo Caballero. Entrada ya la Guerra Civil Española, asumiría
la presidencia del gobierno.
Fue el que se encargó de trasladar el oro del Banco de
España, que eran la 4 mayor reserva del mundo, para obtener financiación para
la guerra civil contra el bando nacional liderado por el general Francisco
Franco. Una cuarta parte del oro fue a parar a un banco de Francia, y las tres
cuartas partes en las bóvedas del Kremlin del líder comunista soviético ruso
José Stalin.
En medio del desorden y las diferencias políticas de la zona
republicana, trató de llevar la guerra como buenamente puedo con su pericia.
Cuando veía la guerra perdida, quiso negociar con Franco unas condiciones
basadas en la independencia de España y expulsión de los ejércitos extranjeros
que ayudaron a ambos bancos, una democracia, autonomías regionales, ejército
neutral y amplia amnistía, libertad religiosa, etc…., con lo que no convenció a
Franco que exigía rendición sin condiciones.
Entonces se aplicó a una política de resistencia en la
guerra a ultranza, con su famoso lema de “resistir es vencer”, esperando que
empezara la Guerra Mundial y pudiera obtener la ayuda de paises contrarios a la
línea fascista de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini.
Manuel Azaña, Indalecio Prieto, y otros líderes de la
maltrecha II República le instaban a la rendición, para no seguir con una
inútil guerra de desgaste. Pero Juan Negrín pensó que lo mejor era ejercer una
resistencia numantina contra las tropas de Franco, porque si vendían, al menos
medio millón de republicanos serían fusilados, y esto sería peor destino.
Perdida la Batalla del Ebro, organizó la evacuación de los
republicanos en Cataluña hacia el exilio en suelo francés.
Regresa a lo que quedaba de zona republicana para organizar
la resistencia y contraataque contra el ejército de Franco. Pero allí se le
revelan los lideres y jefes militares republicanos, entre ellos el coronel
Segismundo Casado. Viendo pérdida su casa, organiza en lo que puede la
evacuación de refugiados republicanos con el dinero requisado a los contrarios
a la causa de la República durante la guerra, para pagar barcos, transportes, y
otras necesidades.
Se exilia a Inglaterra, Francia, y México. Lo expulsan del
Partido Socialista Obrero Español, por su obstinada resistencia a ultranza y su
forma de gestionar el gobierno de la República. Compra una vivienda en Francia
donde muere en 1956 de una enfermedad cardiovascular, pese a ser uno de los
mejores médicos de España.
Antes de su muerte haría llegar al Caudillo Francisco Franco
los papeles sobre el oro sustraído del Banco de España para financiar la guerra
de la causa republicana. Y también aconsejaría y pediría que España, pese a
estar en manos de Francisco Franco como Jefe del Estado Español, también fuera
ayudada por el Plan Marshall de ayuda norteamericana para poder reconstruir la
economía devastada por los efectos de la guerra.
España no tuvo ninguna ayuda de Plan Marshall, y salió por
su propia cuenta, llegando a ser la octava potencia económica mundial.
Aparte se dice que el oro de España, que llamaron “el oro de
Moscú”, fue con lo que financió la guerra de la Rusia soviética de Stalin
contra la Alemania nazi de Hitler.